martes, 1 de julio de 2008

Sermón 4 (Instrucciones sobre la oración entre los creyentes)

Pasaje: 1 Timoteo 2:1-8
Tema: Instrucciones sobre la oración entre los creyentes

Introducción:
Sin duda el tema principal, aquí, es la oración y el impacto que este tiene en la vida del creyente y la iglesia. La oración resulta una de las maneras de como la iglesia cumple con su misión. Si la misión se dirige a todos, en especial a los no-creyentes, entonces la oración también tiene que incluirlos a ellos. Nadie debe quedar al margen de nuestras oraciones, ni siquiera aquellos que nos causan mucho dolor.

I. Los tipos de oración en la iglesia (v.1)
Aun cuando las cuatro palabras parezcan simples sinónimos, es posible encontrar diferencias de fondo entre ellas.
A. Rogativas. En el original griego (deéseis), esta palabra está ligada a ‘carencia’ y ‘necesidad’; de manera que esta oración ‘está motivada por una necesidad concreta’ (MacArthur). Esta necesidad concreta se puede interpretar en términos de la necesidad de salvación que tienen todos los pecadores.
B. Oraciones (Gr. proseujás). Tiene un sentido más general y se deben hacerlas por las necesidades ‘siempre presentes’ (Hendriksen). Este tipo de oración es el que comúnmente realizamos todos los creyentes.
C. Peticiones. Nuevamente, en el griego (enteúxeis), esta palabra da la idea de ‘acercarse [a alguien] para hablar en la intimidad’. Entonces la indicación de Pablo va en el sentido de que todo creyente debe de acercarse a Dios en la intimidad, para hablarle acerca de los pecadores que necesitan ser salvados (MacArthur).
D. Acciones de gracias (Gr. eucaristías). Es una gratitud expresada en palabras (Hendriksen). A veces nuestras oraciones son una larga lista de lo que necesitamos. Rara vez tomamos tiempo para agradecer por lo recibido.
Aplicación. A veces solo nos acordamos de orar por nosotros mismos. Pretendemos ser el centro de la atención de Dios, como si otros no tuvieran necesidad de ayuda divina. O a veces también sólo oramos pidiendo favores de Dios y no tenemos espacios para la gratitud a él.

II. Las formas de oración pública (v.8)
Aquí. Pablo no se propone enumerar todas las formas de como deben de hacerse las oraciones[1], solamente se centra en una:
A. Levantando manos al cielo. Esta postura es claramente una ‘posición sacerdotal’ de intercesión. A pesar de que la palabra esta dada en forma de mandato, Pablo no está pensando en la forma, más que en el fondo:
(1) ‘Manos santas’. Es decir, manos ‘no manchadas por la maldad’ (MacArthur). La vida santa y justa del creyente, da como resultado una oración eficaz (cf. Stgo.5:16[2])
(2) ‘Sin ira ni contiendas’. No se puede orar eficazmente por la humanidad, las autoridades o las personas en particular, si se tiene iras en el corazón o hay contiendas contra esas personas. Además, una oración hecha en ese estado no puede ser aceptada por Dios (cf. Mt.5:23-26).
Aun cuando el mandato parece estar referidos sólo a los hombres, debemos de tomarlo como un mandato para todos los creyentes.
Aplicación. La forma es importante porque revela nuestra reverencia durante la oración, sin embargo lo más importante es como nos presentamos delante de Dios. El Señor no puede escuchar nuestros pedidos, si nuestras manos están sucias del pecado. Debemos de presentarnos con un corazón santo delante de Dios.

III. ¿A favor de quienes debe estar dirigida las oraciones de los creyentes? (vv.2a, 7)
Es muy probable que la iglesia de Éfeso estuviera dejando de orar por los gobernantes, y otras personas que necesitaban el perdón salvador de Dios, aun las personas que podían estarles causando mucho daño, necesitaban ser recordados en sus oraciones.
A. En sentido general por todos los hombres (v.1b). Aquí claramente la oración debe estar dirigida por todos, específicamente por la salvación del mundo pecador. Todos los hombres incluía también a los que le estaban causando daño a la iglesia en Éfeso (¿también por los falsos maestros?, ¡claro que si!). A veces estamos motivados a orar solamente por las personas que nos hacen favores. La indicación del apóstol, es que se debe de hacerlo por todos los hombres, sin excepción.
(1) Esto incluía también los gentiles. Es probable que algunos judaizantes hayan limitado la salvación solamente a los judíos, excluyendo a los gentiles. Pablo les recuerda que los gentiles ocupan un lugar especial en su ministerio (cf.v.7b).
B. También de manera específica:
(1) Por los reyes (¿Presidentes de estado?). En la época cuando se escribió esta carta, Nerón era el emperador romano de turno (él desató la primera gran persecución contra los cristianos. El mismo apóstol Pablo moriría bajo su mandato). Aun él, necesitaba la misericordia salvadora de Dios.
(2) Por los que están en eminencia (¿autoridades civiles?). Los gobernantes civiles constantemente golpeaban a la iglesia. En lugar de amargura, iras y contiendas, la iglesia de Jesucristo debía devolver amor y misericordia por los perdidos, a través de su oración.
Aplicación. Muchas veces tenemos la preferencia de orar solamente por las personas que nos ‘caen bien’ o por las que nos hacen constantemente favores. Orar por los que te hacen daño, es la prueba irrefutable del amor cristiano y de la madurez alcanzada en la vida cristiana.

IV. ¿Por qué se tiene que orar por todas las personas? (vv.2b-6)
A. Porque de esa manera podemos vivir ‘quieta y reposadamente’ (v.2).
Esto tiene que ver con el hecho de vivir sin tormentos, tanto internos como externos. Frente a la violencia de las persecuciones contra los creyentes, estos debían responder con amor y con oraciones a favor de sus verdugos. En otro sentido, esto tiene que ver con la tranquilidad que experimenta el creyente mediante el perdón dado a sus maltratadores y el cumplimiento de la responsabilidad de orar por los perdidos, para que su sangre no nos sea demandada de nuestras manos (cf.Ez.3:18-21; 33:8).
Sólo de esa manera podemos vivir en:
(1) Piedad (2c). La palabra ‘piedad’ es clave en este libro y tiene que ver con el llamado a vivir una vida santa (pues ésta se había afectado por las falsas doctrinas). Es, ‘mantener la actitud y la conducta correctas ante Dios en todas las cosas’ (MacArthur).
(2) Honestidad (2d). Se refiere ‘a la dignidad de una conducta santa delante de los hombres’ (MacArthur). Los creyentes estamos llamados a ser honestos con nuestras creencias.
B. Porque esto es ‘bueno y agradable delante de Dios’ (v.3). La oración por los perdidos se convierte en una noble acción y una ofrenda de olor fragante ante el trono de Dios. Orar por un pecador, es tan valioso como predicarle a un pecador.
C. Porque su voluntad es que ‘todos los hombres…’ sean:
(1) Salvos (v.4a). El deseo del Señor es ese, sin embargo, sabemos que no todos los seres humanos responderán positivamente al llamado de Dios y a las oraciones de su pueblo. Pero nuestra responsabilidad, respondan o no, es orar por ellos. Por eso, ‘el deseo amoroso de Dios está condicionado al ejercicio de la fe por parte del ser humano’ (Matthew Henry).
Aquí Pablo es muy enfático al declarar que sólo hay un Dos único y que sólo se puede ser salvo por medio de ese Dios, en la persona de Jesucristo (v.5).
(2) Vengan al conocimiento de la verdad (v.4b). Esto puede tomarse como un sinónimo de ser salvo (cf.2Tim.3:7) [3], pero también nos habla de conocer el verdadero evangelio en la vida cristiana, no el evangelio corrompido que habían introducido los falsos maestros.
Porque el ya pagó el precio de la salvación o rescate (v.6). Una de las razones por las cuales debemos de orar por los perdidos, es porque debemos de tener la seguridad que ellos (no podemos saber exactamente cuantos ni quienes) pueden ser salvados en el nombre de Jesús. Nuestra oración tiene una base, no es un simple ejercicio de palabras que se hacen por hacer. La seguridad de que nuestra oración puede ser escuchada, es el rescate que el ha obrado por los que habrían de responder a su llamado.
Aplicación. Cuando pensamos en todo lo bueno que significa orar, por los que han creído todavía en el nombre de Jesús, nos damos cuenta que hacerlo es un verdadero privilegio. Es la clave para vivir una vida reposada y en paz con Dios. Es una de las formas de como podemos responder a la misión de la iglesia. ¿Cuál fue la última vez que has orado por un no-creyente?, ¿vives en paz sin hacerlo?

Conclusión:
Sin duda esta porción nos desafía profundamente a vivir una vida de oración constante a favor del mundo pecador, eso es algo bueno delante de los ojos de Dios. Pero tenemos que hacerlo sin que haya estorbos en nuestras vidas. Una vida cargada por el enojo, la ira y las contiendas; sólo producirá oraciones infértiles delante de Dios. Estamos llamados a amar al mundo, a orar por ellos y hacerlo con una vida santa, sólo así encontraremos descanso para nuestras almas.

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Notas finales:

[1] Algunas de las formas encontradas en la Biblia, son: (1) de pie, (2) con las manos levantadas hacia el cielo (igual que aquí), (3) inclinando la cabeza, (4) elevando los ojos al cielo, (5) de rodillas, (6) postrándose rostro a tierra, (7) inclinándose, con el rostro entre las rodillas, y (8) de pié, a lo lejos, golpeándose en el pecho (Hendriksen, citado en el Comentario Matthew Henry, ‘1 Timoteo’, pp.356-357).
[2] ‘Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho’
[3] ‘Estas siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad’.

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