martes, 8 de julio de 2008

Sermón 6 (Los requisitos para los obispos (pastores)

Pasaje: 1 Timoteo 3:1-7
Tema: Los requisitos para los obispos (pastores)


Introducción:
La mejor respuesta que Pablo pudo dar a las herejías en la iglesia de Éfeso, fue comisionar a Timoteo para que combata a los falsos maestros mediante dos cosas importantes: (1) la presentación de la sana doctrina, y (2) el establecimiento de un liderazgo capacitado [obispos y diáconos] que le ayudaran a sobrellevar los rigores de su tarea y del ministerio.
En esta oportunidad nos enfocaremos en el oficio de obispos (=pastores o ancianos)[1]: sus características y sus calificaciones exigidas.

I. El oficio del obispado (v.1)
A. Es bíblico.
La expresión ´Palabra fiel’ es muy propia de las Epístolas Pastorales (1Tim.1:15; 3:1; 4:8,9; 2Tim.2:11; Tit.3:8) y denota que lo que está escribiendo, es verdadero y no debe de haber dudas en torno a ello. Pablo está escribiendo bajo inspiración divina (2 Tim.3:16). En adelante, lo que él escribiera en esta carta, tendría que ser considerado como Palabra de Dios.
B. Es una buena obra. Pablo no se propone exaltar el esfuerzo de la persona que anhela el oficio, sino al oficio mismo. Es el oficio lo que es bueno (kalou ergou), puesto que el servicio a Dios es uno de los privilegios más enormes que todo creyente puede realizar en esta vida presente. Si lo anterior es cierto, no podemos concluir que no hay nada bueno en el hecho de resaltar al candidato al obispado. Ellos tendrían que haber sido valientes -puesto que sabían perfectamente de las persecuciones decretadas por Nerón- para atender a la invitación del Señor al servicio suyo.
C. Es anhelado como el producto del llamamiento divino. El hecho de que el candidato ‘anhele’ el obispado, no lo coloca a él como el centro del servicio a Dios. El deseo es la consecuencia del llamado de Dios al ministerio. Nadie anhela ser pastor, a menos que en la víspera, haya sido convocado por el Señor de la obra (cf.1:12b). Aquí Hendriksen (p.136) escribe lo siguiente, ‘El oficio debe buscar al hombre y no el hombre ir tras el oficio’. El hombre va tras el oficio, sólo cuando el oficio le ha encontrado (Dios llama primero, luego la llama se enciende).

II. Los requisitos para ser obispo (vv.2-7)
Si bien es cierto que el obispado es una buena obra, no todas las personas podían ocupar este lugar de liderazgo espiritual en la iglesia (cf. la expresión ‘Pero es necesario que...’). Recordemos que es una iglesia que se había contaminada con la presencia de falsos maestros. Los líderes de la iglesia debían de ser necesariamente diferentes a ellos, deberían de ser personas con cualidades morales, administrativas y espirituales, que preserven la buena marcha y la sana doctrina en la iglesia.


Estos son los requisitos exigidos por Pablo, para los candidatos al ministerio cristiano:

(1) ‘irreprochable’. Literalmente significa ‘no hay por donde agarrarle (o acusarle)’. El testimonio sin duda tenia que ser importante. Los obispos debían de ser la perspectiva bíblica del liderazgo en la iglesia, demás está decir que ellos debían ser lo opuesto positivo de los falsos maestros.
(2) ‘marido de una sola mujer’. Se han propuesto varias interpretaciones (Comentario de la RV95, edición de estudio) a este pasaje: (1) ‘no tener mas de una esposa’; (2) ‘no haberse casado por segunda vez’ y, (3) ‘ser fiel a su esposa’ (no ser un adúltero). De las tres, la que personalmente considero la más probable, es la tercera interpretación, aunque la mayoría va con la segunda, lo cual sería una contradicción a 1 Tim.4:3[2]. Lo que se quiere resaltar aquí es la moralidad del candidato y no su estado civil (Biblia de estudio MacArthur). Las segundas nupcias, en caso de viudez, de ninguna manera son inmorales.
(3) ‘sobrio’. Literalmente significa ‘sin vino’, de manera que su uso es metafórico. Da la idea de que el candidato debía de tener una mente despejada, estar alerta, vigilante y ser cuidadoso (Ibíd.).
(4) ‘prudente’. Se refiere a una persona que sabe controlar sus impulsos y que es disciplinada. Además de esto, posee una mente sana. En nuestra cultura podríamos decir que no es una persona ‘alocada’.
(5) ‘decoroso’. Literalmente quiere decir ‘ordenado’. El obispo necesita serlo, puesto que va a gobernar la iglesia de Dios y debe hacerlo con orden.
(6) ‘hospedador’. Esto significa ‘persona amiga de extranjeros’, en el sentido que comparte para sus necesidades (Hendriksen, p.142). Era una cualidad muy apreciada en la iglesia primitiva (cf.Ro.12:13; Heb.13:2; 1Pe. 4:9) y permitía que los predicadores itinerantes (que necesitaban del sostén de la iglesia) desarrollen la expansión del evangelio (Guthrie).
(7) ‘apto para enseñar’. Esta cualidad era determinante si se quería detener el avance de los falsos maestros y sus ‘doctrinas de demonios’. Ser apto para enseñar (didaktikós) presupone haber aprendido responsablemente la Palabra de Dios. Esta es una cualidad que se les exige sólo a los candidatos a ancianos. No hay la misma exigencia en el caso de diáconos.
(8) ‘no dado al vino’. Es decir, que no sea adicto al vino. Pablo quiere poner límites al uso y abuso de la bebida. No se opone a su consumo[3], sino que lo regula. La bebida esclaviza a la persona (cf. Tit.2:3)[4] y nubla su entendimiento. Eso no es lo que se espera de un obispo. ¿Se pueden imaginar a un pastor predicando en estado de ebriedad o intentando dar consejería después de una larga resaca?
(9) no ‘amigo de peleas’. Esto puede estar relacionado a lo anterior, el licor nubla el entendimiento y puede conducir a la agresividad. La palabra original en el griego, viene a significar ‘no un dador de golpes’. Los golpes no tienen que ser necesariamente físicos, puede ser en el sentido de tomar decisiones en contra de otra persona, en un acto de revanchismo.
(10) no ‘codicioso de ganancias deshonestas’. Lo que el apóstol está atacando son las ganancias ganadas de manera indecente, no está diciendo que el obispo no debe de ser remunerado, eso sería una contradicción a lo que más adelante sostendría en el cap.5:17-18[5].
No trabajar lo suficiente, ni cumplir con las funciones de pastor, y luego esperar un sueldo al fin de mes, es otra forma de ganarse deshonestamente el sueldo. Si por un lado se le pide a la congregación que remunere bien a su pastor, por otro lado, el apóstol le pide responsabilidad y trabajo denodado al pastor.
(11) ‘amable’. Es decir, todo lo contrario a ser amigo de peleas. El obispo debe ser un conciliador y mostrar amor por todas las personas por igual. Demás está decir que no debe de buscar el revanchismo ni la venganza, muchas veces los pastores prefieren ‘sufrir el agravio’ (1Cor.6.7b) antes que levantar desenvainar su espada contra el hermano agresor.
A mi entender, el amor, es la principal característica de un pastor. Nadie puede servir en el ministerio a menos que ame al Señor y su obra, tampoco nadie puede pastorear las ovejas del Buen Pastor, a menos que se tenga amor por esas ovejitas.
(12) ‘apacible’. Significa literalmente ‘abstenerse de pelear’. El obispo debe ser una persona que no promueva la desunión sino la armonía entre los creyentes. Una de las cosas que se tiene que hacer en el ministerio es ‘poner paños fríos a la situación’, sobretodo cuando esta ha aumentado su temperatura. En tales circunstancias el obispo cumple la función de pacificador.
(13) ‘no avaro’. Literalmente significa ‘no ser amigo de la plata’. El servicio a Dios no debe de estar motivado por el dinero. El pastor debe de esperar la gracia de Dios antes que el dinero, pues el dinero es ‘raíz de todos los males’ (6:10). En el pasaje citado, Pablo le advierte a Timoteo que algunos se han ‘extraviado de la fe’ y han sido ‘atormentados con muchos dolores’ por causa del amor desmedido al dinero. Esto es tal vez una alusión a los falsos maestros (ver además Tit.1:11) [6]. El amor al dinero es una las grandes tentaciones al que todo pastor está sometido en el desarrollo del ministerio cristiano. Judas mismo, estando en el ‘ministerio’, fue secuestrado por la avaricia y el amor desmedido al dinero (Jn.12:5-6)[7]. El avaro es una de las personas mencionadas -por el mismo apóstol Pablo- en 1 Cor.6:10, que no heredará el Reino de Dios.
(14) ‘que gobierne bien su casa’. La casa es la iglesia doméstica, es una especie de iglesia en miniatura. Entonces, quien da muestras de ni siquiera poder gobernar la iglesia pequeña, ¿cómo se le puede dar una responsabilidad mayor? Quien anhele el obispado, sin duda, tiene que dar muestras de que por lo menos tiene autoridad moral y organizacional en el hogar. Aquí Pablo se esfuerza por ampliar la idea y lo lleva al plano de los hijos. Si un candidato ni siquiera tiene autoridad moral y jerárquica sobre sus propios hijos, ¿qué se puede esperar de su relación con los creyentes de la iglesia local? Su autoridad proviene de la buena crianza que ha dado a sus hijos. Por eso, el Comentario Matthew Henry (‘1 Timoteo’, p.361) hace bien en anotar que: ‘la gente suele culpar a los padres del mal comportamiento de los hijos’.
El hogar sin duda constituye uno de los escenarios más complicados de todo pastor.
(15) no ‘un neófito’. Literalmente significa ‘recién plantado’ (en la vida cristiana). Es decir un recién convertido, porque no conoce a profundidad la ‘sana doctrina’, entonces ¿cómo podría confrontar a los falsos maestros, o distinguir su doctrina de la sana doctrina? El recibir un cargo de tanto honor y responsabilidad, podría tornarle orgulloso. Eso, no sólo produce graves daños para la iglesia local, sino también para la persona misma, puesto que podría caer ‘en la condenación del diablo’. Nadie puede pasar ‘de la banca al pulpito’ de manera acelerada, en el ministerio se tiene que esperar procesos.
(16) ‘que tenga buen testimonio de los de afuera’. El último de los requisitos reclamados por el apóstol tiene que ver con el testimonio público de los candidatos. Eso permite que se tenga un obispo de doble moral: una en la iglesia y otra en la comunidad. Además se espera que la iglesia sea la ‘conciencia moral de la sociedad’, ¿cómo podría serlo, si nadie respeta a sus líderes debido a su vida desordenada? No podrían influenciar positivamente en la sociedad, si ésta advierte que su discurso es diferente a su propia vida. Eso haría que el obispo caiga en descredito, y no solamente él, también arrastraría a toda la iglesia en general.


Conclusión: Sin duda el establecimiento de un liderazgo calificado, fue la mejor respuesta a los falsos maestros que intentaban pervertir la sana doctrina en la ciudad de Éfeso. Las vallas que el apóstol Pablo -por inspiración divina- estableció, fueron lo suficientemente altas como para que ninguno de esos falsos maestros se infiltraran entre los obispos de la iglesia. De esa manera se protegió al rebaño y se preservó la sana doctrina, cosas que ocupaban un lugar importante en la preocupación de Pablo


Notas finales:


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[1] El termino ‘ancianos’, está relacionado a la tradición judía; ‘obispo’ o supervisor, es de extracción griega.
[2] ‘Estos [los falsos maestros] prohibirán casarse…’
[3] Cf. 1Tim.5:23. ‘Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades’
[4] ‘Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte. Que no sean calumniadoras ni esclavas del vino…’
[5] ‘Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, 18pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla» y «Digno es el obrero de su salario»’. Una posible traducción para ‘doble honor’ es un ‘doble salario’.
[6] ‘A esos es preciso tapar la boca, porque trastornan casas enteras enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene’
[7] ‘¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres? Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella’

1 comentario:

Anónimo dijo...

que de los pastores que se divorcian y se vuelve a casar, de los que solo les interesa atender al que tiene dinero, de los que piden y piden unicamente para poder darse lujos, de los que andan metidos en los partidos politicos etc.