martes, 22 de julio de 2008

Sermón 9 [(Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (segunda parte: vv.6-16)]


Pasaje: 1 Timoteo 4:6-16
Tema: Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (segunda parte: vv.6-16)


V. Las respuestas pastorales frente al peligro de la apostasía (vv.6-16)
A continuación, luego de haber profetizado en el Espíritu, acerca del advenimiento de la apostasía, El apóstol se propone aconsejar en torno a las respuestas pastorales que debería de llevar a cabo Timoteo, frente a este peligro. Son los consejos del ‘viejo’ apóstol, a un ‘joven’ ministro de Jesucristo, en su lucha por combatir las herejías y la consiguiente apostasía.
A continuación veamos cuales son las respuestas pastorales que tiene que dar Timoteo frente a este problema:

A. Alertar acerca del peligro (v.6a)
Timoteo tiene que empezar por notificar a los hermanos, acerca del peligro de la apostasía que doce años antes, ya había anunciado directamente a los ancianos de Éfeso y que ahora lo está ratificando, por el Espíritu, a Timoteo. Esto lo iba a lograr a través de la enseñanza de la buena doctrina que Timoteo había seguido desde su niñez. Esta es la tarea del pastor frente a la amenaza de las herejías en la iglesia, su rol lo compromete a resistir, pelear y expulsar a los lobos que quieren pervertir el rebaño que le ha sido encargado. Pero por sobre todo, enseñar al rebaño acerca la única verdad revelada en Cristo Jesús, para que ellos puedan discernir las herejías, de la sana doctrina. La mejor arma que posee el ministro cristiano, frente a las falsas doctrinas, siempre será la palabra de Dios, que es la Biblia. La labor de enseñar correctamente, según la buena doctrina, es lo que hace que el ministro sea hallado excelente (kalós). Ser un ‘buen ministro de Jesucristo’, es el resultado de ser responsable en la protección del rebaño, mediante la enseñanza de la verdad única de Dios.

B. Nutrirse de la ‘buena doctrina’ (v.6b)
Esto es algo que tiene relación con lo anterior. Nadie puede enseñar la verdad, a menos que esté bien nutrido de la verdad. Si Timoteo quiere enseñar la buena doctrina, tiene que alimentarse primeramente de ella. La preparación del pastor, y su vida devocional, son cosas fundamentales en su ministerio. Muchos pastores fallamos porque tenemos en poca estima la preparación ministerial. También porque descuidamos nuestra ‘nutrición’ diaria, a través de nuestro tiempo devocional. Una iglesia que cae en la herejía, es el resultado de un pastor desnutrido en la palabra. Creo que en esto, los seminarios bíblicos realizamos un papel verdaderamente constructivo, al proveer conocimiento bíblico. La enseñanza cristiana siempre ha sido un aspecto importante de la vida de la iglesia. Debemos de recordar las palabras de Dios, a través del profeta Oseas (4:6a), cuando menciona: ‘Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento…’.
El pastor está en la iglesia para dar buen alimento al rebaño de Cristo.

C. Desechar las ‘fabulas profanas y de viejas’ (v.7a)
Estas fábulas habían tomado el lugar de la enseñanza cristiana, por lo tanto deberían de ser removidas de la ‘dieta’ de los creyentes en la ciudad de Éfeso. En lugar de consumir una comida nutritiva, estaban consumiendo la comida chatarra que les ofrecían los falsos maestros. Estas enseñanzas reciben el adjetivo de ser profanas (bebélos), es decir blasfemas, porque violentan lo sagrado de la sana doctrina. Además Pablo lo compara con los ‘cuentos de viejas’ que son el producto de la superstición y de una mente ociosa. Timoteo debía de estar alejado de este tipo de cosas y debía de hacer que los hermanos de Éfeso se mantengan también alejados de ellas. Eso era sería parte de su tarea pastoral: cuidar el rebaño.

D. Ejercitarse para la piedad[1] (vv.7b-8)
En esta sección Pablo compara la piedad con la gimnasia del mundo griego. Si por un lado, el ejercicio corporal era algo bueno, y algo también por el cual los atletas se entregaban por completo, privándose incluso de muchas cosas, cuanto más bueno es la piedad, por lo tanto requiere un esfuerzo total de parte del creyente. Mientras que la gimnasia corporal premiaba con exoneración impuestos y un lugar preferente en las ciudades estados de la antigua Grecia, la vida piadosa tenía un impacto que no sólo alcanza esta vida presente, sino también la futura. En esto era superior al ejercicio corporal. La piedad es presentada como un tipo de ejercicio de carácter espiritual, en la cual tomos los cristianos, principalmente el pastor, deben de estar entrenados.

E. Trabajar arduamente (v.10)
Pablo, incluyendo a Timoteo, trabajan y sufren agonías, por causa de su convicción en la tarea pastoral que realizan. Ellos encuentran la base para su ministerio en la palabra de Dios (cf. v.9, ‘Palabra fiel es esta y digna de ser recibida por todos’). Esa convicción los lleva a entregarse por completo en el ministerio pastoral. Otro ingrediente que los motiva a trabajar y sufrir los rigores del ministerio pastoral, es su esperanza en Jesucristo quien vendrá a llevarnos con él a su reino celestial (cf. v.10b, ‘esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres…’).

F. Buscar el respeto a través del ejemplo (v.12)
Parece que Timoteo era objeto de desautorizaciones debido a su edad. Hendriksen (p.179) calcula que debió haber estado entre los 34 y 39 años, pero, al tener que estar como jefe de presbíteros mucho mayores que él, era lógico que sea despreciado (probablemente de parte de los falsos maestros y algunos hermanos en la iglesia de Éfeso) por su edad. La respuesta pastoral frente a este problema, no fue decir ‘aquí mando yo, porque tengo credenciales apostólicas que Pablo me ha dado’. El tenía que responder con su ejemplo mismo, su vida piadosa sería su mejor arma contra el desprecio a su ministerio pastoral. El ejemplo de Timoteo debería de contener cinco aspectos: (1) palabra, (2) conducta, (3) amor, (4) fe, y (5) pureza.

G. No descuidar el ministerio (vv.13-15)
Pablo le invoca a Timoteo a no descuidar el ministerio que le fue dado por profecía y ‘la imposición de las manos del presbiterio’ (v.14). Para este fin, el apóstol utiliza las siguientes palabras: (1) ‘ocúpate’ (v.13), (2) ‘no descuides’ (v.14), ‘ocúpate… permanece’ (v.15). Hay un llamado reiterado a no descuidar el ministerio, cualquier distracción podía ser utilizado por los falsos maestros para continuar con las enseñanzas de las herejías que empujaban a los creyentes a la apostasía. La labor pastoral de Timoteo consistía en: (1) la lectura pública de las Escrituras, (2) animar a los hermanos [exhortación], y también (3) instruirlos [la enseñanza].
En el ministerio pastoral no hay espacios ni siquiera para un pequeño descuido, cuando el pastor se duerme, aunque sea por algunos minutos, los lobos entran libremente al rebaño y lo devastan. Eso lo tenía presente Pablo en su mente, al momento de darle estas instrucciones, que deberían de convertirse en las respuestas pastorales frente a la apostasía.

H. No descuidarse de uno mismo (v.16a)
Si por un lado Timoteo debe de cuidar del rebaño, no debía de descuidarse de si mismo. Esto es algo que sucede comúnmente en el ministerio cristiano, a veces estamos tan enfocados en las necesidades y los problemas de los demás y no tenemos un momento para cuidarnos a nosotros mismos, o a nuestra familia. Aquí sería bueno recordar el canto lúgubre de la sulamita ‘…me pusieron a cuidar las viñas, mas mi viña, que era mía, no guardé’. La cuidado pastoral a los demás no debe de bloquear ni anular el cuidado de nosotros mismos.

I. No descuidar la doctrina (v.16b)
En la segunda carta (2Tim.1:14), Pablo va a clarificar el rol de Timoteo en torno a ser un fiel guardián del buen depósito[2] (=la buena doctrina). Él es responsable ante aquel que se lo confió. No descuidar la doctrina era una tarea importante en el ministerio del pastor de Éfeso.

El resultado del cuidado pastoral es la preservación personal y la de todos los hermanos en la congregación. El término salvación se entiende en términos de librar a las personas de la apostasía, si Timoteo se logra mantener así mismo, y logra mantener al rebaño lejos de las herejías que conducen a la apostasía, en buena cuenta se habrá salvado y habrá salvado a todos los que hayan decidido oír la buena doctrina traída mediante su ministerio pastoral.

Conclusión
Tanto los falsos maestros, las herejías y la apostasía, fueron un gran problema en la iglesia de Éfeso. Esto no debía de ser una sorpresa para los hermanos, Pablo ya lo había anunciado doce años atrás, y ahora, por el Espíritu, estaba ratificado el advenimiento de la apostasía. Esto tenía un origen satánico, era llevado a cabo por sus agentes espirituales y humanos, y estaba dirigido a los hermanos de la Éfeso. Por eso Timoteo debía de actuar rápidamente y debía responder pastoralmente frente al problema. La respuestas sugeridas por el apóstol a Timoteo debe de ser la forma como nosotros hoy en día también respondemos a los problemas de falsas doctrinas en las iglesias. Haciendo esto, mantendremos a los lobos lejos del rebaño y al rebaño lejos de la apostasía. Además nos salvaremos y salvaremos a los que escuchen la única y buena doctrina del evangelio, en la cual hay salvación y vida eterna.

Nota Finales

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[1] Con respecto a éste término, el Diccionario Bíblico Certeza (´Piedad’) escribe lo siguiente: ‘eusebeia [piedad] es el término característico de las epístolas pastorales, y ve en él “dos cosas; por un lado una creencia correcta, y por el otro un modo de acción correcto”. Pero eusebeia es más una actitud personal hacia Dios que una creencia correcta, y la acción no es paralela a esa actitud sino que emana directamente de ella, p. ej. 2 Ti. 3.5, donde se contrasta la piedad formal con la que tiene poder; así como también en 2 P. 1.3 la piedad se deriva del poder divino. “El misterio de la piedad” (1 Ti. 3.16) es la doctrina fundamental centrada en la persona de Cristo, que es fuente y criterio de toda la devoción y el comportamiento cristianos’.
[2] Tal como lo vimos en un sermón pasado, La palabra “depósito” ‘…sugiere un tesoro encomendado a alguien para que lo custodie fielmente hasta que el dueño se lo pida’ (cf. Col 4.17).

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