viernes, 30 de enero de 2009

Sermon 3 (Los requerimientos en la vida cristiana [la religión pura y sin mancha])

Pasaje: Santiago 1:19-27.
Tema: Los requerimientos en la vida cristiana (la religión pura y sin mancha)

Introducción
La verdadera vida cristiana es el resultado de la sabiduría que proviene de Dios, mediante la ‘palabra implantada’. En esta sección, Santiago va a hablar acerca de la vida cristiana, en términos de la ‘religión pura y sin mancha’. Una falsificación de la verdadera vida cristiana, es la religiosidad. Nuestro autor quiere que cada uno de nosotros sepamos a que estamos convocados, cuando decidimos vivir la vida cristiana. Para tal efecto, nos va a mostrar cuatro requerimientos básicos.

I. Requiere de saber comunicarnos adecuadamente (v.19a, 26).
La comunicación en la vida cristiana tiene que ver con tres aspectos importantes:
A. Prontitud para escuchar. Un buen conversador es aquel que está preocupado en lo que su interlocutor tiene para decir. Esta actitud es un acto que revela la preocupación genuina por la situación otras personas y nos libra del egoísmo, individualismo, egocentrismo y el narcicismo; que algunas veces puede habernos atrapado
B. Lentitud para hablar. Es decir, lentitud para emitir un juicio negativo, o palabras que resulten dañinas a las personas[1]. La forma como hablamos de las personas, influirá en su estado de ánimo. Lamentablemente muchos suicidios se suceden por la violencia verbal que son objeto las personas, a lo largo de su triste existencia.
C. Control de nuestra lengua (v.26). Una exigencia básica en la vida cristiana es saber controlar nuestras palabras. Hacerlo es una señal de madurez, no hacerlo nos convierte en simples religiosos, en mentirosos y participantes de una vana religiosidad.
Alguien ha dicho acertadamente que ‘Dios nos ha dado una sola boca para hablar menos y dos oídos para escuchar más’. El libro de Proverbios 17:27-28, menciona: ‘El que ahorra palabras tiene sabiduría…. 28 Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio; el que cierra sus labios es inteligente’.
Aplicación. ¿Te has dado cuenta en tus relaciones, cuanto tiempo te dedicas a escuchar a los demás?, ¿te importa realmente lo que otros tienen para decir, o solamente estas preocupado en lo que tu tienes para hablar?

II. Requiere de saber controlar nuestras reacciones (vv.19b-21).
A. La ira (gr. ovrgh,). Si ponemos atención al texto bíblico, veremos que la ira es el resultado de una deficiente comunicación (hablar mucho y escuchar poco). Si no dedicamos tiempo para escuchar a una persona, es inevitable que tengamos una valoración equivocada de ella. Eso muchas veces nos empujará al enojo, y ‘…el hombre enojado no hace lo que es justo ante Dios’ (v.20, DHH).
Santiago señala una secuencia en el v.19: escuchar, hablar y airarse. La ira aparece como la posibilidad más remota en las relaciones interpersonales. Lamentablemente, muchas veces hacemos la ruta inversa. Esto es, airarnos, querer hablar (para reparar lo que destruimos con nuestra ira) y escuchar.
(*) Ilustración del padre chileno que quebró las manos de su hijo, por haberle rayado el auto nuevo.
Muchas personas intentan solucionar sus diferencias estando enojados, lo cual es un error. En el ejército alemán, existe una exigencia: ¡nunca tomes una decisión estando enojado!
B. El control de nuestras reacciones demanda desechar algunas cosas (v.21a). Aquí Santiago va a mencionar dos cosas: (1) la inmundicia, y; (2) la maldad, que abunda en grandes cantidades en el mundo.
C. Por otro lado, demanda el recibir una cosa (v.21b): la ‘palabra implantada’ (‘el mensaje que ha sido sembrado’ [DHH] en nuestros corazones). Santiago nos pide esto, porque sólo este mensaje, ‘tiene poder para salvarnos’ [DHH].
Aplicación: ¿Cómo vamos en cuanto al control de nuestras reacciones? Lo que Dios espera de nosotros es: ‘amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley (Gálatas 5:22-23). Mi deseo es que juntos crezcamos en el fruto del Espíritu cada día.

III. Requiere de consistencia entre lo que sabemos y hacemos (vv.22-25)
A. En la vida cristiana conocer y hacer están perfectamente alineados. No se trata de caminos paralelos que siguen su propia ruta. Ortodoxia y ortopraxis, son dos componentes irremplazables de la sana doctrina y por consiguiente, de la vida cristiana.
Santiago tiene una critica muy fuerte para los ‘oidores olvidadizos’, es decir aquellos que oyendo la palabra de Dios, pronto la olvidan[2] y nunca llegan a un estado de madurez en la vida cristiana.
B. El simple conocimiento es algo inútil, si tan solamente somos oidores y no hacedores de la palabra. Santiago compara a la persona que es así con alguien que se mira en un espejo imperfecto[3] que devuelve una imagen imprecisa, engañando de esta manera a la persona. La persona que es un mero oidor, es así, sus actos no están controlados por la palabra sino por su conciencia, que es imperfecta.
C. Solamente quien es practicante (esto es, una persona que persevera en la palabra de Dios) de lo que oye, es llamado bienaventurado. Si por una lado Santiago critica a los ‘oidores olvidadizos’, ahora, se dirige en buenos términos a quienes oyen y practican la palabra. Él los llama ‘bienaventurados’. Este mismo adjetivo lo había utilizado para referirse a los que soportan las pruebas.
Aplicación. Quisiera en este punto hacerles dos preguntas: ¿Cuánto de lo que oyes de la palabra de Dios, retienes en tu corazón, practicándolo?, ¿te consideras un ‘oyente olvidadizo’ o una persona que persevera en la palabra y la correcta práctica de ella?

IV. Requiere de una piedad práctica (v.27).
A. La piedad (gr. eusebeia) no es el resultado de la religiosidad. Nadie puede llegar a ser piadoso por ser un mero religioso. A veces se puede confundir el hecho de ser religioso con ser piadoso. La religiosidad es simple apariencia, la piedad es acción. Esto último es lo que Dios espera de nosotros en la vida cristiana.
B. La piedad, en la vida cristiana, se expresa por el hacer. A las personas piadosas se les debe de reconocer por el estilo de vida que llevan y por las cosas que hacen. Santiago, en este punto, quiere mostrarnos dos características de la verdadera piedad (esta es la religión pura y sin mancha): (1) se preocupa por el cuidado de los pobres[4], y; (2) procura no ‘mancharse con la maldad del mundo [DHH]’. La religiosidad, por su parte, se preocupa por la apariencia, por lo estético, no por lo ético. El parecer le resulta más conveniente que el ser.
C. La piedad se puede medir a partir del amor compasivo. De la misma manera, la verdadera fe se puede deducir por las obras del creyente, ese es un tema que más adelante desarrollará Santiago (2:14-26). El amor compasivo es una evidencia de una piedad práctica. Una piedad práctica, es el sello inconfundible de la religión limpia y sin mancha.
Aplicación. La religiosidad es una falsificación torpe de la verdadera vida cristiana, lo que Dios espera de nosotros es piedad y no religiosidad.

Conclusión
Estimados hermanos, luego de haber visto la palabra de Dios, y haber entendido estas cuatro verdades, dispongamos nuestros corazones para vivir la verdadera vida cristiana (la religión pura y sin mancha), no seamos meros religiosos, centrándonos sólo en palabras o en apariencias. El Señor demanda de nosotros fidelidad, obediencia, madurez espiritual. Eso tiene que verse reflejado en (1) la forma como nos comunicamos, (2) la forma como reaccionamos, (3) afinidad entre lo que decimos creer y lo que hacemos, y (4) una piedad práctica; no de palabras ni de apariencias. Dejemos que el Espíritu Santo haga su obra en nosotros.
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Notas Finales
[1] Cf. Prov. 12:18. ‘Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina’
[2] En este punto el Comentario Matthew Henry (‘Santiago’, p.22) comenta acertadamente, ‘el olvido es efecto… de la falta de atención; y la falta de atención es producto de la falta de interés’.
[3] Los espejos de la época no eran vidrio, como los de hoy en día. Estos se construían a partir del bronce, plata u oro (en el caso de los ricos). Estos metales eran martillados hasta quedar laminados, el resultado era un espejo, pero, a comparación de hoy en día, estos entregaban una imagen imperfecta.
[4] Santiago se refiere específicamente a los huérfanos y a las viudas. En el AT, ambos grupos, junto a los extranjeros sin tierra, son objeto de una protección especial de parte de Dios.

3 comentarios:

Nilson Coelho dijo...

Muito boa as postagens. Especialmente "As dificuldades para a vida Cristã." Um abração em Cristo. www.nilson-coelho.blogspot.com

Carlos Henrique dijo...

Hermano Silas,
Minha noção de Español é muito pequena, mas, com certeza, dá para entender os seus textos.
Toda postagem nova, avise.
Deus o abençoe.

Anónimo dijo...

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Pastor Silas Ramos Palomino

A Paz do Senhor Jesus Cristo.

Vim para fazer uma visita cordial ao seu Blog.Aproveito para dizer que a UBE se sente honrada com o conteúdo dos textos que publica.

Quando quiser nos enviar um relatório sobre a Obra de Deus em Peru, junto com suas perspectivas e planos, de muito bom grado nós o publicaríamos em nossos blogs particular (Blog Olhar Cristão e Blog Mirar Cristiano) e no Blog da UBE.

Um abraço cristão para o senhor e sua família.

Irmão João Cruzué/Adm/UBE


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