martes, 22 de julio de 2008

Sermón 12 (La superioridad de la piedad frente al dinero)


Pasaje: 1 Timoteo 6:6-19
Tema: La superioridad de la piedad frente al dinero
Introducción:
En el sermón anterior vimos que el objetivo de los falsos maestros era obtener ganancias económicas por medio una falsa religiosidad, vestida de piedad. Ahora, Pablo quiere demostrarle a Timoteo que la piedad es la única que cosa en la vida que puede proveer verdadero contentamiento. Por el contrario, el dinero sólo produce males y dolores en el ser humano. Entonces lo que se propone demostrar es la superioridad de la piedad frente al dinero. El dinero es efímero y destruye al creyente, pero la piedad tiene implicancias eternas y alimenta la vida espiritual de los hombres de Dios.

I. La verdadera piedad produce contentamiento (vv.6-8)
A. Piedad y contentamiento siempre van de la mano (v.6b).
En la vida cristiana la fidelidad a Dios provee alegría, satisfacción y contentamiento. Aquí se puede ver claramente la superioridad de la piedad frente al dinero. Tal como lo veremos más adelante, dinero aparentemente provee felicidad, pero en realidad sólo produce dolores y muchos males. La alegría de ser fieles a Dios sobrepasa largamente la alegría de tener muchos millones en una cuenta bancaria.
No se puede separar de ninguna manera la piedad del contentamiento. Por lo tanto, la mejor forma de contentar nuestra vida, es practicar la piedad.
B. La piedad es la mejor ganancia en el ministerio, puesto que ésta provee contentamiento (vv.6a, 7).
Recordemos que Pablo ha repudiado la codicia de los falsos maestros, quienes han tomado la religión como fuente de ganancia. Sin embargo, la ganancia en el ministerio no siempre tiene que estar ligada a lo material o a lo monetario. Pablo presenta una ganancia mucho mejor, que tiene que ver con la fidelidad a Dios, con la santidad personal y la realidad de la vida eterna [dos veces en esta sección, Pablo le indica a Timoteo que él y los hermanos echen ‘mano de la vida eterna’ (vv.12b, 19b)]. Esa ganancia es la que Timoteo debía de buscar en la vida presente, porque ésta permanecerá por la eternidad. Por su lado, las ganancias materiales y monetarias, son temporales y sólo para esta vida presente[1].
C. El contentamiento en el ministerio proviene de la satisfacción básica de nuestras necesidades (v.8).
Ya hemos mencionado que el ministerio cristiano no es para acumular riquezas. Esa era más bien algo que caracterizaba a los falsos maestros. El ministro cristiano debe de contentarse con tener lo básico para su supervivencia, es decir ‘sustento y abrigo’. La palabra ‘sustento’ sin duda se refiere a la comida y las satisfacciones básicas de la supervivencia humana. ‘Abrigo’ no solamente tiene que ver con la ropa, sino también con una casa donde vivir dignamente. Pablo no anima a los pastores a hacerse ricos a partir del ministerio cristiano, tampoco entiende el ministerio en términos de mendicidad. Ambos constituyen una gran tentación. Por eso la oración del ministro cristiano, y de todo creyente en general, debe ser:
‘…no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con el pan necesario, 9no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: «¿Quién es Jehová?», o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios’ (Prov.30:8-9)

II. El amor al dinero sólo produce males y dolores (vv.9-10)
A. Es una tentación en el ministerio (v.9a).
Sin duda el dinero, la fama (orgullo) y las mujeres; son tres de las más grandes tentaciones en el ministerio. Muchas personas han sucumbido a la tentación del dinero y se han dejado gobernar por la codicia, por eso, es mejor que en la iglesia el pastor no se dedique a guardar lo que se recauda de diezmos y ofrendas. Grandes ministerio han caído por esta causa.
B. Algunas personas se hacen esclavas (´lazo’) de ella (v.9b).
El dinero es una trampa muy sutil en la que se cae con mucha facilidad. Es un mal degenerativo, uno empieza al inicio tomando o exigiendo pequeñas cantidades, pero con el tiempo ésta va creciendo vez tras vez. Cuando uno quiere salir de esta poderosa trampa, encuentra que le resulta imposible. Cuando se quiere reaccionar, uno se da cuenta que ha caído en la codicia: se anhela tener más y más. De eso hablaremos a continuación.
C. Pablo enumera los males y dolores que producen el amor al dinero (vv.9c, 10).
El apóstol no duda en señalar al amor al dinero como la raíz de todos los males. Estos son algunos de los males:
c.1 codicias necias y dañosas. La codicia no es otra cosa que un ‘afán excesivo de riquezas’ (Diccionario RAE), con el agravante que ésta es una codicia terca y porfiada; que daña peligrosamente a la persona que la padece. Pablo hace bien en catalogarla como parte de los males y dolores que padece una persona que ha sido atrapada por ella.
c.2 destrucción. La codicia lo único que hace es terminar destruyendo a la persona que la padece. Es como la historia de un rey codicioso que pidió que todo lo que tocase se convirtiera en oro. Al inicio del día estaba muy alegre porque al parecer había acumulado mucho dinero, con todo lo que había tocado. Cuando sintió hambre, recibió su plato de comida y éste se convirtió en oro, lo mismo pasó con su vino y con todo lo que le traían. Al cabo de tres días se estaba muriendo de hambre. La codicia terminó por destruirlo.
c.3 perdición. La destrucción se expresa en perdición de la persona.
c.4 extraviarse de la fe. Los dolores y los males, producidos por el amor al dinero y que traspasan a una persona como con una lanza, llegan a su punto más alto con el hecho de extraviarse de la fe (¿apostasía?), esto es, de la esencia de la doctrina cristiana. Esto era lo que había sucedido con los falsos maestros. Timoteo debe cuidarse de no caer en lo mismo.
El amor al dinero lleva a la persona a reemplazar a Dios por Mamón.

III. La piedad produce santidad (vv.11-14 ,19)
A. ‘…tu, hombre de Dios, huye de estas cosas’ (v.11a).
El verdadero ministro del evangelio debe de apartarse del hambre por el oro, es decir, debe seguir la piedad, porque ésta le conduce a la santidad (=apartarse de). Timoteo debe mantenerse lo más alejado posible, del amor al dinero. Tenía que exhibir lo contrario, a los desvalores de sus oponentes. Es decir, la piedad en lugar del dinero.
B. Pablo enumera las cosas que deben seguir los creyentes, como parte de la santificación (v.11b). En el punto anterior vimos los males y dolores que producen el amor al dinero. Ahora veamos las cosas buenas a las que nos conduce la piedad:
b.1 justicia. Lo que es recto delante de Dios y los hombres.
b.2 piedad. Denota una vida santa a la semejanza de Cristo.
b.3 fe. Confianza plena en Dios y sus promesas.
b.4 amor. Dirigido a Dios antes que a las cosas materiales.
b.5 paciencia. Es la virtud de soportar el temporal cuando todo es adverso o contrario a uno (pej. las persecuciones).
b.6 mansedumbre. Esto es, ‘paciencia con respecto a personas’ (Hendriksen, p.231)
C. Lo que incluye la santidad (vv.12-14).
c.1 pelear la buena batalla de la fe. La batalla consiste en ‘continuar huyendo de los vicios de sus oponentes’ (ibíd.) a través de una vida santa.
c.2 echar mano de la vida eterna.
c.3 confesión pública de Cristo (profesión). La santificación se inicia cuando hemos hecho publico nuestro deseo de seguir a Cristo. Por lo tanto, la santificación demanda de cada cristiano una confesión pública de nuestros pecados y el deseo de vivir una vida según la buena doctrina. Declarar públicamente nuestra fe, no debe avergonzarnos. Para eso tenemos el ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, ‘quien dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato’ (v.13b)
c.4 guardar el ‘mandamiento’. Esto se refiere a las ordenanzas de Pablo y de la Palabra de Dios. Timoteo debe hacerlo, ‘manteniendo una conducta pura e irreprensible hasta la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo’ (DHH)

IV. El dinero produce orgullo (vv.17-18)
A. ‘manda que no sean altivos’ (v.17a).
Si la piedad y el contentamiento van de la mano, también van el dinero y el orgullo. Los ricos usualmente menosprecian a los pobres y actúan como si fueran superiores[2]. Mientras más rica es una persona, ésta se torna todavía más orgullosa. Dios condena la mofa que se hace contra los pobres (Prov.17:5, DHH)[3]
B. El orgullo humano hace que uno sienta que la riqueza viene de si mismo (v.17b).
En este punto el apóstol declara: ‘Dios… nos da todas las cosas con abundancia’ (DHH). Lo que está tratando de decirnos es que todo proviene de Dios, la riqueza no viene de nosotros mismos, sino de Dios, quien nos da la inteligencia y las fuerzas para hacerla. Dios le había advertido del pecado de la autosuficiencia al pueblo de Israel antes de introducirlos en la tierra prometida (Dt. 8:17-18)[4]. Hoy hace lo mismo con nosotros, quienes hemos sido introducido en la nueva vida.
C. El orgullo debe ser desplazado por las buenas obras (v.18).
Pablo ahora presenta la manera correcta de ser ricos, esto es haciendo el bien a los demás. Esto es precisamente la piedad. En buena cuenta, Pablo está demostrando una vez más la superioridad de la piedad frente al dinero. La verdadera riqueza es la piedad, esto implica ser:
c.1 dadivosos. Recordemos que más bendición hay en ‘dar que en recibir’ (Hch.20:35).
c.2 generosos. La generosidad se muestra asistiendo al pobre en su necesidad.
En un sermón pasado hemos dicho que, en la doctrina cristiana existe una responsabilidad de los que más tienen, frente al pobre.
Hay que recordar que este mandato está dirigido a ‘los que tienen riquezas de esta vida…’ (v.17a). Lo que pasa en esta vida puede resultar inverso a lo que va a pasar en el cielo (no olvidemos la parábola de Lázaro y el rico).

Conclusión
Estimados hermanos, el dinero en sí mismo no es malo, porque es un regalo de Dios (Dt.8:18), el problema es cual es nuestra actitud frente a él. El dinero es dado por Dios para bendecir a los que menos tienen en la iglesia y en la sociedad (en ese orden). Sin embargo esto no debe quitarnos el sueño, puesto que existe algo mucho más grande que el dinero y eso es la piedad, es decir, una vida entregada por completo a Dios. Que nuestra oración sea como la del proverbio que hemos leído en el sermón. Que Dios nos sustente con lo suficiente como para mantenernos siempre fieles a él. Eso es la piedad.
Notas Finales
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[1] Aquí Pablo quiere dejar bien en claro que, ‘…cuando nacimos no trajimos nada al mundo, y al morir tampoco podremos llevarnos nada’ (v.7, BLS). Sus palabras nos recuerdan a Job (1:21), al salmo de los hijos de Coré (Salm.49:17) y al Qohelet (Ecl.5:15).
[2] ‘El pobre habla con ruegos; el rico responde con altanería’ (Prov.18:23)
[3] ‘El que se burla del pobre ofende a su Creador; el que se alegra de su desgracia no quedará sin castigo’
[4] ‘y digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza”; 18sino acuérdate de Jehová, tu Dios, porque él es quien te da el poder para adquirir las riquezas, a fin de confirmar el pacto que juró a tus padres, como lo hace hoy’

Sermón 11 (Pablo revela los rasgos de los falsos maestros)


Pasaje: 1 Timoteo 6:3-5
Tema: Pablo revela los rasgos de los falsos maestros.

Introducción:
Nuevamente el apóstol pone su mirada en los falsos maestros. Esta sección guarda mucho paralelismo con el capítulo 1:3-7 y aborda los rasgos de los maestros de Éfeso.
Después de tomarles una buena radiografía, Pablo le revela a Timoteo cuales son sus verdaderas pretensiones. La sección termina con un llamado a mantenerse lo más alejado posible de aquellos que habían dejado corromper su mente con la mentira y que habían sido arrastrados por la codicia del dinero.
Esta noche veamos cuales son:

I. Las características de los falsos maestros (v.3)
A. Enseñan ‘otra cosa’ (3a).
Sin duda se trata de una doctrina diferente, que se ha distanciado enormemente del verdadero evangelio. Esta doctrina es una construcción teológica particular de los falsos maestros en Éfeso. Sólo Pablo, a través del Espíritu, puede discernir ésta peligrosa deformación que muchos no podían advertir entre los hermanos de la iglesia efesia.
B. No se conforman a las sanas palabras (3b).
Después de haber hecho una medición minuciosa, Pablo llega a la conclusión de que ésta doctrina (‘otra cosa’), no está de acuerdo a lo enseñado por Jesús, el maestro por excelencia. Si esto es así, ellos estaban frente a una falsificación fina del verdadero y único evangelio. Es posible que los falsos maestros hayan estado torciendo las mismas enseñanzas del apóstol Pablo (cf.2Pe.3:15-16).
C. Rechazan la doctrina que es conforme a la piedad (3c).
Es decir, rechazan la sana doctrina que se expresa mediante la santidad del que la predica. El pecado es su principal distintivo, la piedad es solamente una apariencia para sus fines corrompidos.

II. La naturaleza de los falsos maestros (vv.4-5a)
A. Son personas envanecidas (‘orgullosos’, v.4a, DHH).
A pesar de su error, los falsos maestros eran profundamente orgullosos. No hay peor cosa para una persona, que sentirse orgulloso del error. ¡Es verdaderamente una cosa de tontos!
B. Son ignorantes (‘nada sabe’, v.4b).
De esto ya había hablado Pablo en el capítulo 1. Los falsos maestros, a pesar de tener la pretensión de ser ‘maestros de la Ley’, no entendían lo que enseñaban con tanta seguridad (1:7)[1]. ¡No sabían ni siquiera donde estaban parados!
C. Deliran en cuanto a lucha de palabras (‘cuestiones y contiendas de palabras’, v.4c).
A estos falsos maestros les gustaba mucho las polémicas sobre asuntos totalmente inútiles, estériles y sin sentido. Se fascinaban con los juegos de palabras. Pablo los presenta como personas que tienen un ‘afán enfermizo de provocar discusiones inútiles’ (v.4b, NVI). Era algo así como la discusión medieval de cuantos ángeles caben sobre la cabeza de un alfiler.
El evangelio no trata de discusiones teóricas, sino de una vida práctica (ortopraxis[2]) expresada en la de devoción personal a Dios (piedad). El hacer es más importante que el saber. Esto no quiere decir que el saber no sea importante, sino que esto tiene que traducirse en actos correctos.
Pablo menciona que el resultado de la lucha de palabras es desastroso, de ahí nacen las:
c.1 envidias. Las discusiones religiosas no ayudan en nada a la unidad de la iglesia. Uno se siente el ganador, y el otro es visto como perdedor. El ‘vencedor’ se vuelve todavía más orgulloso, dado que su ´reputación’ crece. Se siente con el derecho a menospreciar a su oponente. El segundo sólo puede apelar a la envidia, un sentimiento de venganza se va gestando dentro de él.
c.2 pleitos. Otra cosa que genera las discusiones sobre ideas religiosas, son los inevitables pleitos. Muchas buenas amistades han terminado debido a una discusión en torno a argumentos inútiles, incluso los pleitos se han trasladado a sus descendientes: hijos y nietos. Bien dice el dicho, ‘es mejor perder una discusión, que perder un amigo’.
c.3 blasfemias. Lo resultante de una discusión de ideas religiosas, son los insultos contra Dios y contra las personas que intentan defender el nombre de Dios. Esto está dado en forma de palabras despectivas e insolentes, también insultos hirientes, entre ‘vencedores’ y ‘vencidos’.
c.4 malas sospechas. Otro resultado sórdido de las discusiones religiosas son las sospechas entre uno y otro bando. En este punto William Hendriksen (p.224) escribe:
La mente del individuo envidioso está obsesionada por la desconfianza y los presentimientos. Comienza por sospechar de cada acción de su oponente, de cada palabra, de cada gesto. Piensa que hay una “razón oculta” detrás de cada movimiento de la persona que considera su antagonista.
c.5 disputas necias (v.5a). Está claro que las peleas y las disputas sólo generan más disputas. El que se siente ganador, querrá arremeter nuevamente contra su oponente, el que fue humillado querrá venganza, tiene sed de sangre y se abalanza nuevamente sobre su oponente. Las discusiones sobre temas religiosos muchas veces pueden introducirnos dentro de un peligroso círculo vicioso.
D. Son ‘corruptos de entendimiento’ (v.5b).
Aquí nuevamente el apóstol Pablo retoma la descripción de la naturaleza de los falsos maestros. Ellos tienen una mente corrompida, o como la NVI traduce, tienen una ‘mente depravada’, vendida al pecado. Las discusiones inútiles son el resultado de una mente corrompida. Una sana conciencia por el contrario, busca la verdadera piedad (devoción sincera a Dios), a través de la santidad personal.
E. Están privados de la verdad (v.5c).
No puede haber otro resultado previsible que éste. El tener una mente corrompida está conectado al hecho de estar privados de la verdad. Hendriksen (p.224) hace bien al comentar esos puntos, en estos términos:
Los seguidores del error de Éfeso y sus alrededores se han corrompido, de tal manera que ahora han llegado a estar en el estado permanente de “depravados en la mente”. La mente depravada se opone a la verdad y recibe bien la mentira, hasta al fin quienes poseen una mente así llegan a estar completa y permanentemente separados de la verdad: la revelación objetiva de Dios revelada en su Palabra.
Estos falsos maestros viven un estado de apostasía permanente, ‘porque conocieron antes la verdad y al parecer se acogieron a ella, pero después se apartaron y la rechazaron por completo’ (MacArthur).

III. El objetivo de los falsos maestros (v.5d, 9-10)
A. Obtener ganancias económicas.

Parece ser que la motivación principal de los falsos maestros son las fáciles ganancias económicas (mas adelante va a criticar la codicia y el amor al dinero[3] en la que habían caído los falsos maestros). Eran verdaderos parásitos de la religión, viviendo del trabajo y la inocencia de otros.
B. Su principal herramienta es una falsa piedad.
Una persona verdaderamente piadosa no piensa en enriquecerse, mucho menos a costa del evangelio. Estos falsos maestros necesitan una buena mascara para no ser descubiertos, para lograr arrancar el dinero de los bolsillos de los hermanos de Éfeso. Eso los lleva a aparentar una piedad que no tienen (cf.2Tim.3:5[4]; Tit.1:16[5]). Ya Pablo había dejado entrever que ellos poseían una fe fingida (cf.1:5b)[6]. Eran lobos debajo de pieles de corderos.
Es probable que estuvieran cobrando ‘tarifas exorbitantes por la “instrucción” (?) que [impartían]’. No se trataba de una cuestión de sobrevivencia, es decir, ganar lo mínimo como para seguir existiendo, ellos tenían la pretensión de hacerse ricos por medio del evangelio.
C. Por lo tanto es necesario apartarse de ellos.
Aunque algunas versiones no incluyen esta parte, pero resulta lógica la recomendación del apóstol[7]. Ante tamaña pretensión, no quedaba otra cosa que mantenerse alejados de ellos. El hecho de estar cerca, podía dar lugar a que los demás sobreentendieran, que los falsos maestros estaban en lo correcto, además, Timoteo mismo corría el peligro de corromperse por la influencia de ellos. En la vida práctica, ‘las malas juntas corrompen las buenas costumbres’. No debemos olvidar los consejos del salmista cuando escribe, ‘Yo soy amigo de los que te honran y de los que cumplen tus preceptos’ (Salm.119:63, DHH).
Un verdadero creyente nunca tiene amistad con los que tercamente ofenden la verdad y el nombre de Dios.

Conclusión
Sin duda las falsas doctrinas terminan por destruir a los creyentes y sacarlos del lugar de origen (esto es lo que significa apostasía). Quienes trafican con el evangelio, lo único que buscan son hacerse ricos a costas de la inocencia y del buen corazón de los hermanos en la fe. Si por un lado, los falsos maestros tienen gran responsabilidad en esto, existe también una responsabilidad de parte del creyente, por no haber desarrollado adecuadamente su don discernimiento, mediante el estudio responsable de la Palabra de Dios. Existe también una cuota de responsabilidad en los pastores que tienen a su cargo la protección del rebaño que se les ha encomendado. El menor descuido puede ser fatal para que los lobos entren y destruyan las ovejas del rebaño de Dios. Por eso debemos de estar siempre alertas, no olvidemos que los falsos maestros sólo buscan destruir el rebaño y sacar todo el dinero posible de los bolsillos de los creyentes sinceros.

Notas Finales

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[1] ‘Pretenden ser doctores de la Ley, cuando no entienden ni lo que hablan ni lo que afirman’
[2] La sana doctrina tiene dos componentes bien definidos: (1) ortodoxia, creencia correcta y, (2) ortopraxis, práctica correcta.
[3] ‘pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas que hunden a los hombres en destrucción y perdición, 10porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores’ (6:9-10).
[4] ‘que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella…’
[5] ‘Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra’.
[6] ‘El propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, de buena conciencia y fe no fingida’ (esto lo podemos deducir por oposición)
[7] En su segunda carta si va a ser muy contundente con respecto a la cercanía de los falsos maestros: el debía de mantenerse lo más alejado posible [cf. 2Tim.3:5b (‘A esos, evítalos’)]

Sermón 10 (Los deberes del cuidado pastoral encargado a Timoteo)


Pasaje: 1 Timoteo caps.5-6:2.
Tema: Los deberes del cuidado pastoral encargado a Timoteo

Introducción:
Después de alertarle de la pronta aparición de la apostasía en Éfeso y animarle a dar respuestas pastorales frente a ese peligro, ahora Pablo da instrucciones a Timoteo acerca de sus deberes en el cuidado ministerial de la iglesia a su cargo. Los deberes están relacionados a la forma cómo él trataría los casos de pecados entre ancianos y jóvenes, el cuidado de las viudas (quienes tienen una opción preferencial en toda Biblia), el sostenimiento y el desempeño de los ancianos-pastores y las relaciones laborales entre esclavos cristianos, con sus amos no creyentes y creyentes.

I. Deberes en torno a la exhortación de ancianos y jóvenes (vv.1-2)
A. Los ancianos (en edad).
Pablo no le pide a Timoteo, que no exhorte a los ancianos, sino que lo haga con mucho respeto, como lo haría con un padre. Timoteo, que había sido instruido en la Ley (por su abuela y su madre) sabía perfectamente el quinto mandamiento de honrar a padre y madre (cf.Ex.20:12). Pablo mismo sabe que éste es ‘el primer mandamiento con promesa’ (Ef.6:2).
B. Las ancianas (2a).
Aquí también se debía de aplicar el principio anterior, de exhortar a las ancianas con respeto, como a verdaderas madres.
C. Los jóvenes (1b).
Siguiendo el principio de relaciones familiares, ahora Pablo le pide a Timoteo, que exhorte a los jóvenes, como a sus propios hermanos.
D. Las jovencitas (2b).
Como en el caso anterior, ellas deben ser exhortadas como a hermanas. Aquí Pablo agrega algo nuevo: debe de hacerlo con pureza.

II. Deberes en torno al cuidado de las viudas (vv.3-16)
Parte de los deberes ministeriales de Timoteo, era instruir a la congregación en torno al cuidado de las viudas cristianas. Timoteo es animado a distinguir diferentes tipos de viudas, para luego dar instrucciones a la iglesia de Éfeso en torno al sostenimiento de ellas. Las viudas que serían sostenidas por la iglesia, debían de estar enroladas en una lista.
A. Las viudas verdaderas (vv.3, 5).
Se trata de viudas que no tienen a nadie quien las sostenga, han quedado a la merced de la misericordia y la buena voluntad de las personas. Este tipo de viuda posee algunas características espirituales [‘confía en Dios y le pide su ayuda de día y de noche’ (v.5b, BLS)]. Tanto en la tradición judía, como en la cristiana (cf. Hch.6:1-6; Stgo.1:27), las viudas ocupan un lugar preferencial. Dios mismo es presentado como el defensor de las viudas en el AT (vea Sal.68:5).
B. Las viudas que tienen familiares (v.4, 7-8).
Este tipo de viudas, habían sido abandonadas por sus propios familiares. Hay que recordar que la sección referente a las viudas (v.3) inicia con un llamado a honrar a las viudas. En la sección anterior vimos que las ancianas (entre ellas las viudas) debían de ser tratadas como a madres.
Había un problema ético de parte de los creyentes. Ellos no estaban cumpliendo con sostener a sus propias viudas (madres o abuelas), sobrecargando de manera innecesaria a la iglesia. Esto iba contra la Ley, la tradición cristiana y contra los estándares de la sociedad romana.
C. Las viudas que se entregan a los placeres (v.6).
Puede ser una alusión a las viudas jóvenes que se mencionan en los vv.11-15. Son viudas que se habían entregado a los placeres terrenales. Pablo considera que están muertas en vida (en un sentido espiritual), debido a su vida desordenada.
D. Las viudas mayores de sesenta años (vv.9-10).
Estas conformaban el grupo de viudas con menos posibilidades de sobrevivir, debido a su edad. Si la iglesia no las acogía, morirían inevitablemente. Según la época, tener 60 años era como tener 80 años en la sociedad actual. Con esa edad sus posibilidades disminuían todavía más. Sin embargo, la edad no era el único criterio a aplicarse, ellas debían haber sido: (1) esposas ‘de un solo marido’, y (2) haber tenido ‘testimonio de buenas obras’: esto incluye (2a) haber criado bien a sus hijos (DHH), (2b) haber ‘practicado la hospitalidad’ y, (2c) lavar ´los pies de los santos’ (esto es un símbolo de humildad y de servicio).
E. Las viudas jóvenes (vv.11-15).
A este tipo de viudas el apóstol le dedica la mayor cantidad de versículos en este capítulo. Estas viudas probablemente habían caído en los lazos de los falsos maestros (cf.v.15). Eso se podía ver en su forma de vida licenciosa, pues se habían convertido en ociosas, chismosas y entrometidas (v.13). Lo mejor para ellas es el re-casamiento (v.14).
F. Las viudas sostenidas por otros creyentes (v.16).
Eran viudas que habían sido acogidas en los hogares de algunos buenos creyentes. Timoteo debía de animarlos a seguirlas sosteniendo, esto permitiría a la iglesia, a centrar sus limitados recursos en las viudas que estaban en una posición de verdadera pobreza extrema.

III. Deberes en torno a los pastores-ancianos (vv.17-21)
A. El sostenimiento de los ancianos (vv.17-18).
A diferencia de los del v.1, estos son ancianos en términos ministeriales (ancianos-pastores). La expresión ‘mayormente los que trabajan en predicar y enseñar’ (v.17b) nos sugiere la existencia de varios tipos de ancianos. En el caso específico, los que predican y enseñan -y lo hacen con excelencia- debían de ser reconocidos doblemente. Algunas traducciones (BLS) apuntan al hecho de recibir un doble salario. No hacerlo era una cuestión ética (no poner ‘bozal al buey que trilla’ es una fuerte crítica contra aquellos que niegan el salario a quien se lo ha ganado merecidamente. Pablo ha desarrollado esta misma idea en 1Cor.9:9-11).
B. Las acusaciones contra los ancianos (v.19).
Era muy probable que se estuviesen realizando acusaciones contra los ancianos, con mucha ligereza. Pablo no pide nada nuevo aquí, esto es algo que Jesús mismo había establecido en Mateo 18:15-16. El apóstol no se opone a las acusaciones, sólo que estas debían de estar acompañadas de ‘dos o tres testigos’. Eso evitaría que se cometa una calumnia e injusticia contra los ancianos (obispos). Tampoco Pablo reclamaba impunidad para los líderes del ministerio.
C. La disciplina contra los ancianos (vv.20-21).
Si por un lado Timoteo está llamado a proteger a los ancianos contra las acusaciones falsas, por otro lado esta llamado a ser muy duro cuando se trata de un pecado flagrante y no renunciado. En ese caso, los obispos pecadores deberían de ser reprendidos públicamente. La disciplina contra los ancianos, es mucho más rígida que contra los hermanos de la congregación (cf.vv.1-2).
Hoy en día existe un mal llamado ‘espíritu de cuerpo’ en las instituciones públicas. Con esa excusa se ´tapan’ muchas faltas, y hasta delitos, de los compañeros de trabajo. Timoteo no debía de hacer uso de ese sórdido recurso [‘…no haciendo nada con parcialidad’ (v.21)], tampoco debía de actuar en función a los ‘prejuicios’ (lo que otros podrían pensar de él y él de los ancianos), ni a la subjetividad.

IV. Deberes en torno a él mismo (vv.22-23)
A. La imposición de manos (v.22a).
Esto tiene relación con ‘La ceremonia que afirmaba la disponibilidad y la aceptación de un hombre para el ministerio público como anciano, pastor o supervisor’ (MacArthur). Timoteo debe asegurar que los requisitos exigidos para el ministerio, se hayan cumplido al pie de la letra. Lo contrario a eso, Pablo lo considera como una ‘ligereza’.
B. El cuidado de su santidad personal (v.22b).
Su santidad personal se podía manchar si él, sabiendo que el candidato a obispo no era ni moral ni espiritualmente apto, era aceptado como tal. Esa era una forma de participar de ‘pecados ajenos’. Por el contrario, él estaba llamado a ‘conservarse puro’.
C. El cuidado de su salud personal (v.23).
En el capítulo anterior (4:16) vimos el llamado de Pablo a Timoteo, de cuidar de si mismo en el plano espiritual. Ahora le invoca a cuidar de si mismo en cuanto a su salud. Al vino se le conferían propiedades digestivas curativas en el siglo I. Si a esto le agregamos, que no existía lo que hoy llamamos agua potable, era de entenderse que se le pidiera que no se abstuviera de vino, puesto que éste era más séptico que el agua. Timoteo ya tenía suficiente problemas con su estomago, como para prestar atención a las críticas, que podrían señalarlo como bebedor empedernido.

V. Deberes en torno a las relaciones entre esclavos y amos (6:1-2)
Otra área del ministerio de Timoteo tenía que ver con la regulación de las relaciones entre los esclavos y sus amos, tanto no creyentes como creyentes.
A. Los esclavos creyentes deben tener por dignos de honor a sus amos no creyentes (v.1).
Era probable que los esclavos creyentes no estaban dando buen testimonio, con su trabajo, ante sus amos inconversos. En todo tiempo existe una expectativa muy elevada en torno a los creyentes. No estar a la altura del buen testimonio de la iglesia, sin duda desacredita el evangelio y blasfema ‘el nombre de Dios y la doctrina’. Los trabajadores cristianos estamos llamados a mantener una ética adecuada de trabajo. El buen testimonio de la iglesia, y la doctrina, así lo exigen.
B. Los esclavos creyentes no deben menospreciar a sus amos creyentes simplemente por ser sus hermanos (v.2).
Otro error común del primer siglo (que también sucede el día de hoy), fue tener en poca estima a los amos creyentes. Se piensa que porque son nuestros hermanos, e iguales a nosotros ante Dios, pues entonces tienen que soportar todas nuestras faltas laborales. Sin duda los esclavos del primer siglo habían seguido esta falsa lógica. Muy por el contrario, Timoteo debe de instruirles a que sirvan mejor a sus amos creyentes, puesto que son sus propios hermanos en Cristo quienes se benefician de su trabajo.

Conclusión
Sin duda, los que estamos en el ministerio, tenemos muchas tareas que cumplir día a día. Estas tareas no solamente están relacionadas a las necesidades espirituales de las personas. Como hemos visto, Pablo le dedica casi todo el capítulo cinco al cuidado de las viudas, lo que significaba un problema ‘social’ en la iglesia de Éfeso. En el ministerio estamos llamados a atender tanto necesidades espirituales, como materiales. Estamos llamados a exhortar con amor, como a denunciar públicamente a los que persisten en pecar. A señalar el camino correcto en las relaciones laborales entre trabajadores cristianos y jefes inconversos (también creyentes). Todo esto se debe de hacer sin dejar de lado el cuidado de uno mismo (el ministro), lo cual es importante.

Sermón 9 [(Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (segunda parte: vv.6-16)]


Pasaje: 1 Timoteo 4:6-16
Tema: Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (segunda parte: vv.6-16)


V. Las respuestas pastorales frente al peligro de la apostasía (vv.6-16)
A continuación, luego de haber profetizado en el Espíritu, acerca del advenimiento de la apostasía, El apóstol se propone aconsejar en torno a las respuestas pastorales que debería de llevar a cabo Timoteo, frente a este peligro. Son los consejos del ‘viejo’ apóstol, a un ‘joven’ ministro de Jesucristo, en su lucha por combatir las herejías y la consiguiente apostasía.
A continuación veamos cuales son las respuestas pastorales que tiene que dar Timoteo frente a este problema:

A. Alertar acerca del peligro (v.6a)
Timoteo tiene que empezar por notificar a los hermanos, acerca del peligro de la apostasía que doce años antes, ya había anunciado directamente a los ancianos de Éfeso y que ahora lo está ratificando, por el Espíritu, a Timoteo. Esto lo iba a lograr a través de la enseñanza de la buena doctrina que Timoteo había seguido desde su niñez. Esta es la tarea del pastor frente a la amenaza de las herejías en la iglesia, su rol lo compromete a resistir, pelear y expulsar a los lobos que quieren pervertir el rebaño que le ha sido encargado. Pero por sobre todo, enseñar al rebaño acerca la única verdad revelada en Cristo Jesús, para que ellos puedan discernir las herejías, de la sana doctrina. La mejor arma que posee el ministro cristiano, frente a las falsas doctrinas, siempre será la palabra de Dios, que es la Biblia. La labor de enseñar correctamente, según la buena doctrina, es lo que hace que el ministro sea hallado excelente (kalós). Ser un ‘buen ministro de Jesucristo’, es el resultado de ser responsable en la protección del rebaño, mediante la enseñanza de la verdad única de Dios.

B. Nutrirse de la ‘buena doctrina’ (v.6b)
Esto es algo que tiene relación con lo anterior. Nadie puede enseñar la verdad, a menos que esté bien nutrido de la verdad. Si Timoteo quiere enseñar la buena doctrina, tiene que alimentarse primeramente de ella. La preparación del pastor, y su vida devocional, son cosas fundamentales en su ministerio. Muchos pastores fallamos porque tenemos en poca estima la preparación ministerial. También porque descuidamos nuestra ‘nutrición’ diaria, a través de nuestro tiempo devocional. Una iglesia que cae en la herejía, es el resultado de un pastor desnutrido en la palabra. Creo que en esto, los seminarios bíblicos realizamos un papel verdaderamente constructivo, al proveer conocimiento bíblico. La enseñanza cristiana siempre ha sido un aspecto importante de la vida de la iglesia. Debemos de recordar las palabras de Dios, a través del profeta Oseas (4:6a), cuando menciona: ‘Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento…’.
El pastor está en la iglesia para dar buen alimento al rebaño de Cristo.

C. Desechar las ‘fabulas profanas y de viejas’ (v.7a)
Estas fábulas habían tomado el lugar de la enseñanza cristiana, por lo tanto deberían de ser removidas de la ‘dieta’ de los creyentes en la ciudad de Éfeso. En lugar de consumir una comida nutritiva, estaban consumiendo la comida chatarra que les ofrecían los falsos maestros. Estas enseñanzas reciben el adjetivo de ser profanas (bebélos), es decir blasfemas, porque violentan lo sagrado de la sana doctrina. Además Pablo lo compara con los ‘cuentos de viejas’ que son el producto de la superstición y de una mente ociosa. Timoteo debía de estar alejado de este tipo de cosas y debía de hacer que los hermanos de Éfeso se mantengan también alejados de ellas. Eso era sería parte de su tarea pastoral: cuidar el rebaño.

D. Ejercitarse para la piedad[1] (vv.7b-8)
En esta sección Pablo compara la piedad con la gimnasia del mundo griego. Si por un lado, el ejercicio corporal era algo bueno, y algo también por el cual los atletas se entregaban por completo, privándose incluso de muchas cosas, cuanto más bueno es la piedad, por lo tanto requiere un esfuerzo total de parte del creyente. Mientras que la gimnasia corporal premiaba con exoneración impuestos y un lugar preferente en las ciudades estados de la antigua Grecia, la vida piadosa tenía un impacto que no sólo alcanza esta vida presente, sino también la futura. En esto era superior al ejercicio corporal. La piedad es presentada como un tipo de ejercicio de carácter espiritual, en la cual tomos los cristianos, principalmente el pastor, deben de estar entrenados.

E. Trabajar arduamente (v.10)
Pablo, incluyendo a Timoteo, trabajan y sufren agonías, por causa de su convicción en la tarea pastoral que realizan. Ellos encuentran la base para su ministerio en la palabra de Dios (cf. v.9, ‘Palabra fiel es esta y digna de ser recibida por todos’). Esa convicción los lleva a entregarse por completo en el ministerio pastoral. Otro ingrediente que los motiva a trabajar y sufrir los rigores del ministerio pastoral, es su esperanza en Jesucristo quien vendrá a llevarnos con él a su reino celestial (cf. v.10b, ‘esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres…’).

F. Buscar el respeto a través del ejemplo (v.12)
Parece que Timoteo era objeto de desautorizaciones debido a su edad. Hendriksen (p.179) calcula que debió haber estado entre los 34 y 39 años, pero, al tener que estar como jefe de presbíteros mucho mayores que él, era lógico que sea despreciado (probablemente de parte de los falsos maestros y algunos hermanos en la iglesia de Éfeso) por su edad. La respuesta pastoral frente a este problema, no fue decir ‘aquí mando yo, porque tengo credenciales apostólicas que Pablo me ha dado’. El tenía que responder con su ejemplo mismo, su vida piadosa sería su mejor arma contra el desprecio a su ministerio pastoral. El ejemplo de Timoteo debería de contener cinco aspectos: (1) palabra, (2) conducta, (3) amor, (4) fe, y (5) pureza.

G. No descuidar el ministerio (vv.13-15)
Pablo le invoca a Timoteo a no descuidar el ministerio que le fue dado por profecía y ‘la imposición de las manos del presbiterio’ (v.14). Para este fin, el apóstol utiliza las siguientes palabras: (1) ‘ocúpate’ (v.13), (2) ‘no descuides’ (v.14), ‘ocúpate… permanece’ (v.15). Hay un llamado reiterado a no descuidar el ministerio, cualquier distracción podía ser utilizado por los falsos maestros para continuar con las enseñanzas de las herejías que empujaban a los creyentes a la apostasía. La labor pastoral de Timoteo consistía en: (1) la lectura pública de las Escrituras, (2) animar a los hermanos [exhortación], y también (3) instruirlos [la enseñanza].
En el ministerio pastoral no hay espacios ni siquiera para un pequeño descuido, cuando el pastor se duerme, aunque sea por algunos minutos, los lobos entran libremente al rebaño y lo devastan. Eso lo tenía presente Pablo en su mente, al momento de darle estas instrucciones, que deberían de convertirse en las respuestas pastorales frente a la apostasía.

H. No descuidarse de uno mismo (v.16a)
Si por un lado Timoteo debe de cuidar del rebaño, no debía de descuidarse de si mismo. Esto es algo que sucede comúnmente en el ministerio cristiano, a veces estamos tan enfocados en las necesidades y los problemas de los demás y no tenemos un momento para cuidarnos a nosotros mismos, o a nuestra familia. Aquí sería bueno recordar el canto lúgubre de la sulamita ‘…me pusieron a cuidar las viñas, mas mi viña, que era mía, no guardé’. La cuidado pastoral a los demás no debe de bloquear ni anular el cuidado de nosotros mismos.

I. No descuidar la doctrina (v.16b)
En la segunda carta (2Tim.1:14), Pablo va a clarificar el rol de Timoteo en torno a ser un fiel guardián del buen depósito[2] (=la buena doctrina). Él es responsable ante aquel que se lo confió. No descuidar la doctrina era una tarea importante en el ministerio del pastor de Éfeso.

El resultado del cuidado pastoral es la preservación personal y la de todos los hermanos en la congregación. El término salvación se entiende en términos de librar a las personas de la apostasía, si Timoteo se logra mantener así mismo, y logra mantener al rebaño lejos de las herejías que conducen a la apostasía, en buena cuenta se habrá salvado y habrá salvado a todos los que hayan decidido oír la buena doctrina traída mediante su ministerio pastoral.

Conclusión
Tanto los falsos maestros, las herejías y la apostasía, fueron un gran problema en la iglesia de Éfeso. Esto no debía de ser una sorpresa para los hermanos, Pablo ya lo había anunciado doce años atrás, y ahora, por el Espíritu, estaba ratificado el advenimiento de la apostasía. Esto tenía un origen satánico, era llevado a cabo por sus agentes espirituales y humanos, y estaba dirigido a los hermanos de la Éfeso. Por eso Timoteo debía de actuar rápidamente y debía responder pastoralmente frente al problema. La respuestas sugeridas por el apóstol a Timoteo debe de ser la forma como nosotros hoy en día también respondemos a los problemas de falsas doctrinas en las iglesias. Haciendo esto, mantendremos a los lobos lejos del rebaño y al rebaño lejos de la apostasía. Además nos salvaremos y salvaremos a los que escuchen la única y buena doctrina del evangelio, en la cual hay salvación y vida eterna.

Nota Finales

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[1] Con respecto a éste término, el Diccionario Bíblico Certeza (´Piedad’) escribe lo siguiente: ‘eusebeia [piedad] es el término característico de las epístolas pastorales, y ve en él “dos cosas; por un lado una creencia correcta, y por el otro un modo de acción correcto”. Pero eusebeia es más una actitud personal hacia Dios que una creencia correcta, y la acción no es paralela a esa actitud sino que emana directamente de ella, p. ej. 2 Ti. 3.5, donde se contrasta la piedad formal con la que tiene poder; así como también en 2 P. 1.3 la piedad se deriva del poder divino. “El misterio de la piedad” (1 Ti. 3.16) es la doctrina fundamental centrada en la persona de Cristo, que es fuente y criterio de toda la devoción y el comportamiento cristianos’.
[2] Tal como lo vimos en un sermón pasado, La palabra “depósito” ‘…sugiere un tesoro encomendado a alguien para que lo custodie fielmente hasta que el dueño se lo pida’ (cf. Col 4.17).

martes, 8 de julio de 2008

Sermón 8 (Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (primera parte: vv.1-5)


Pasaje: 1 Timoteo 4:1-16
Tema: Instrucciones acerca del peligro de la apostasía (primera parte: vv.1-5)

Introducción
Doce años antes de ser escrita esta carta, el apóstol había dado una profecía, por el Espíritu, de que se levantarían lobos rapaces que no perdonarían al rebaño en Éfeso y tratarían de destruirlo, tanto como apartar a los creyentes del lugar de la verdad y de la sana doctrina. Timoteo está asistiendo al momento preciso en el cual esto está comenzando a cumplirse. Pablo, consciente de ello, le da instrucciones de cómo debe de responder pastoralmente a está funesta e inevitable circunstancia.

I. El peligro de la apostasía (v.1a)
A. Es anunciado por el Espíritu.

Debemos de recordar que, contrariamente al rol de los falsos maestros, es decir enseñar falsas doctrinas; el Espíritu Santo tiene como función enseñar (Jn.14.26) la verdad del evangelio y alertar al pueblo de Dios de los peligros que van contra esa verdad.
Debemos notar que este anuncio es hecho con ‘claridad’, como para que no quede duda de lo que se está diciendo categóricamente.
Ya Pablo, 12 años atrás (cf. Hch.20:29-30)[1] y en el Espíritu, había hecho esta misma advertencia a los ancianos de Éfeso: entrarían lobos rapaces al rebaño y aun de entre ellos mismos se levantarían falsos maestros que arrastrarían discípulos entre los creyentes. Parece que ahora, durante la estadía de Timoteo, ha llegado el momento de esa profecía, que anunciaba la herejía y, consiguientemente, la apostasía.
B. Es un signo de los postreros tiempos.
La apostasía es algo que caminaría paralelamente a la vida de la iglesia, en su paso por el tiempo. Los ‘postreros tiempos’ son una alusión al periodo ubicado entre la primera y segunda venida de Cristo. Esto es algo que se intensifica en lo postrero de lo postrero (cf.Mt.24:11, 24), por eso la necesidad de tener los ojos bien abiertos hoy en día. El mismo apóstol ubica el auge de la apostasía en el momento anterior a la venida del Señor (cf.2Tes.2:1-3).

II. El origen y los agentes de la apostasía (vv.1b-2)
Las herejías, que conllevan a la apostasía, sin duda tienen un origen demoniaco, y su rol principal es el de apartar a los creyentes de la verdad única del evangelio (sana doctrina). Satanás emplea dos tipos de agentes para llevar a cabo su obra de apartar a las personas de la verdad:
A. Agentes espirituales.
1. ‘espíritus engañadores’. En este punto la Biblia MacArthur anota acertadamente: ‘La mejor palabra que define las actividades de Satanás y sus demonios es <> (cp.Jn.8:44[2]; 1Jn.4:1-6)’. Desde que el diablo es el padre de la mentira, el usa a sus agentes para tratar de engañar a los creyentes.
2. ‘demonios’. Los demonios son los agentes en quien las falsas doctrinas tienen su origen. Pablo mismo nos alerta en Ef. 6:11-12 que las asechanzas del diablo vienen a través de ‘huestes espirituales de maldad’, contra quienes el creyente tiene que luchar con ‘toda la armadura de Dios’. Es llamativo el hecho de que Pablo mencione en primer lugar a la verdad (v.14), como primer elemento de la armadura de Dios. Las falsas doctrinas de demonios tienen que ser combatido, en primera instancia, con la verdad de la ‘buena doctrina’ (v.6f).
B. Agentes humanos.
1. ‘gente hipócrita y mentirosa’ (DHH). Esto sin duda es una descripción de los falsos maestros que estaban presentes entre los creyentes de Éfeso. Su doctrina mentirosa y engañosa estaba oculta detrás una aparente ‘apariencia de piedad’ (2Tim.3:5). Eso no es otra cosa que hipocresía.
Lo que se resalta de estos falsos maestros es la pérdida de la sensibilidad a la verdad (tienen una ‘conciencia cauterizada’), pues el pecado los ha convertido en una gran cicatriz que ya no siente nada[3].

III. El objetivo de la apostasía (v.1b, 6a)
A. Apartar de la fe a los creyentes.
Sin duda el objetivo de la apostasía, en tanto instrumento de Satanás, es apartar a los creyentes de la verdad del evangelio. Para esto trata de presentar un evangelio deformado, que no siempre es advertido por los creyentes. Las herejías se presentan como una falsificación fina de la sana doctrina, es por ello que muchos creyentes -poco cimentados en la fe verdadera- son arrastrados por sus enseñanzas.
La palabra apostasía significa literalmente alejarse por completo de una posición original (MacArthur). Ese precisamente es el objetivo principal de la apostasía, alejar a los ‘hermanos’ (v.6a) de la posición original de la verdad.
B. Su objetivo principal no son los inconversos, sino los ‘hermanos’.
Esa es la palabra que se utiliza para referirse a los creyentes. Por eso que Timoteo es animado a ser un buen ministro de Jesucristo a través de la enseñanza correcta (ortodoxia) proporcionada a los hermanos de Éfeso. El debía de gastar todas sus energías, y agotar gran parte de su tiempo, en enseñar la sana doctrina.

IV. Las enseñanzas heréticas que llevan a la apostasía (vv.3-5)
En esta sección, Pablo va a describir parte de las herejías efesias. El componente que vemos en esta sección tiene que ver con el (1) ascetismo (prohibición del matrimonio y abstención de algunos alimentos). Además de esto, la herejía efesia estaba compuesta por (2) el mal uso de la ley, (3) mitos, y (4) genealogías. La herejía efesia tenía elementos judaicos y helenísticos (Mounce).
A. Pesimismo en torno al matrimonio.
Al parecer esto tiene que ver con algunas enseñanza pre-gnósticas que sostenían que la materia (en este caso también el cuerpo) era mala, y por lo tanto había que reprimirla y hasta castigarla. Hendriksen (p.166) menciona que la tesis que los falsos maestros seguían, era la siguiente: ‘Todo lo que es físico o sensual contamina’. Eso probablemente haya producido una opinión desfavorable al matrimonio (cuyo origen parece estar ligado al sexo y la procreación en el matrimonio). Otros autores (MacArthur) piensan que esto también estaba ligado al ascetismo judío de los esenios.
La Biblia es muy clara en torno al matrimonio como institución divina (Gn.2:24). El mismo apóstol tiene un concepto elevado del matrimonio (1Tim.5:11-15; 1Cor.7:8-9, 25-40), por lo tanto no es algo que deba prohibirse, toda vez que esto es bueno.
Es probable también que este tipo de enseñanzas -de ver negativamente el matrimonio- hubiera estado causando problemas maritales en los hogares de los creyentes de Éfeso (cf.2Tim3:6)[4]. El resultado de esto puede haber sido la falta de sujeción en la mujer, algo contra la cual ya había protestado Pablo en el cap.2:11-15 y la negativa a concebir hijos[5].
B. Prohibición de alimentos.
Según William D. Mounce (2000, p.239), ‘Las restricciones dietarias fueron un problema común en la iglesia primitiva (cf.Hec.10:9-16; Ro.14:1-23; 1Cor.10:23-33; Col.2:16, 21). Aunque Jesús había declarado todas las comidas como limpias (Mrc.7:19), las restricciones persistieron’. La única restricción valida, era la de no comer carne sacrificada a los ídolos (cf. Hch.15:29), pero esto no era el caso en Éfeso. Por lo tanto no había razón para prohibirlas.
El Comentario Matthew Henry, hace bien en aclarar que la prohibición de alimentos ‘no sólo no sirve para fomentar la espiritualidad del creyente, sino que es contraria a la voluntad de Dios’. Rechazar los alimentos, es rechazar lo que Dios creó y aprobó como bueno (cf.Gn.1:11-12)[6].

Frente a la enseñanza de los falsos maestros, en torno al matrimonio, como a la prohibición de algunos alimentos, Pablo concluye que ambos son buenos (‘…todo lo que Dios creó es bueno’, v.4). Sobre todo en el caso de los alimentos, estos deben ser tomados con acción de gracias, ya que han sido santificados por la palabra de Dios y la oración del creyente. Esto último alude a la hedíadis, una especie de ´bendición de la mesa’, que los cristianos tomaron del judaísmo. Esta práctica consistía en orar ‘a Dios con frases bíblicas, sacadas de la palabra, para que bendiga los
alimentos’ (Comentario Matthew Henry).
(Continuará...)

Notas finales:
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[1] ‘porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. 30Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos’.
[2] ‘El padre de ustedes es el diablo; ustedes le pertenecen, y tratan de hacer lo que él quiere. El diablo ha sido un asesino desde el principio. No se mantiene en la verdad, y nunca dice la verdad. Cuando dice mentiras, habla como lo que es; porque es mentiroso y es el padre de la mentira’ (DHH).
[3] El verbo griego kasteuriázo (usado solamente aquí en todo el NT) significa: ‘quemar aplicando un hierro ardiente (Comentario Matthew Henry)’. Esto se usaba para marcar a un esclavo o un animal. La cicatriz resultante se tornaba normalmente insensible al tacto (ibíd.). La verdad ya no es incomodaba en absoluto.
[4] ‘porque [los falsos maestros] tienen la costumbre de meterse en cualquier casa para engañar a mujeres tontas y pecadoras…’ (BLS).
[5] Probablemente, por esta razón, el apóstol hace hincapié a las mujeres, de que ellas se salvarán ‘engendrando hijos’ (1Tim.2:15). Hay que recordar que la enseñanza pre-gnóstica condenaba la procreación dentro del matrimonio.
[6] ‘Después dijo Dios: «Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol que dé fruto según su especie, cuya semilla esté en él, sobre la tierra». Y fue así. 12Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio Dios que era bueno’.

Sermón 7 (Los requisitos para los diáconos y diaconisas (servidores)


Pasaje: 1 Timoteo 3:8-16
Tema: Los requisitos para los diáconos y diaconisas (servidores)

Introducción
Los oficios de ancianos y diáconos están íntimamente relacionados, los pastores no están llamados a realizar el todo de todo en la iglesia. Así lo entendieron los apóstoles mismos (Hch.6:1-7), quienes eligieron colaboradores para que se ocupen del servicio, mientras ellos se avocaban a su tarea principal.
En esta sección Pablo le da instrucciones a Timoteo para que se elijan auxiliares o servidores (varones y mujeres) en el ministerio de la iglesia, no sin antes recordarles cuales serían las calificaciones que debían de cumplir.

I. Requisitos para los diáconos (vv.8-9, 12)
A. ‘Los diáconos asimismo…’.
La frase nos parece sugerir que los diáconos deben de cumplir los mismos requisitos de los ancianos, a excepción de ser aptos para enseñar (puesto que eso no sería su tarea) y las facultades relacionadas a las relaciones interpersonales (hospedador u hospitalario, no amigo de peleas, amable y apacible). La función de los diáconos son básicamente (1) servir a la iglesia y, (2) ser ayudantes, o auxiliares, de los que gobiernan las iglesias.
B. Requisitos exigidos a los candidatos. Los candidatos deben ser:
(1) honestos (8a). La DHH aquí lo traduce como ‘hombres respetables’. Su respetabilidad se desprendía de su vida santa y su testimonio probado ante la iglesia y también ante ‘los de afuera’.
(2) sin doblez (8b). Literalmente significa ‘no ser bilingües’ (Hendriksen, 1979, p.150), es decir, no tener un doble lenguaje. Los diáconos, al tener que ayudar a muchas personas, estarían tentados a decir ‘si’ a unos, y ‘no’ a otros (Matthew Henry, p.362). Esto nos recuerda las palabras de nuestro Señor Jesús[1] y de Santiago.
(3) no dados a mucho vino (8c). No ser adictos a la bebida.
(4) no codiciosos de ganancias deshonestas (8d).
(5) que guarden la doctrina con limpia conciencia (v.9). No con la ‘conciencia cauterizada’ (cf. 4:2) que exhibían los falsos maestros, cosa que los había llevado a ser insensibles y no poder distinguir el bien, del mal.
(6) maridos de una sola mujer (12a). No deben ser personas que viven en adulterio.
(7) que gobiernen bien sus hijos y casa (12b). Como una demostración de su autoridad en lo poco (la casa es la iglesia pequeña).

II. Requisitos para las diaconisas (v.11)
A. ‘Las mujeres asimismo…’. Algunos comentarios y autores sugieren que esta expresión se limita a las esposas de los diáconos (Nuevo Comentario Bíblico: Siglo XXI, Tomás de Aquino, Lutero, Prat y J. Jeremías). Si así fuese, los requisitos para los diáconos estarían condicionados por el de sus esposas. Es decir, no podrían ser elegidos como diáconos si sus esposas tampoco cumplían con los requisitos. La palabra ‘asimismo’ utilizada para obispos, diáconos y diaconisas, nos dan el respaldo suficiente para sostener que se trataba de un grupo especial de mujeres dedicadas al servicio en la iglesia. A este mismo grupo debió haber pertenecido Febe, a quien se le menciona en Ro.16:1-2[2], como servidora de ‘muchos’ y de Pablo mismo.
B. ‘…sean…’. En esta sección, el apóstol detalla los requisitos para las diaconisas.
(1) honestas. En el sentido de ser respetables (DHH) o serias, como en el caso de los varones.
(2) no calumniadoras. Que no levanten cargos falsos contra otros -y de esta manera generar escándalos dentro de la iglesia- mediante el chisme (la DHH aquí traduce como ‘no chismosas’).
(3) sobrias. Es la misma palabra que se utiliza en v.2, por lo tanto sugiere una mente despejada que permita tener una sana conciencia.
(4) fieles en todo. No sólo debían de ser fieles a su compromiso matrimonial, sino también a su compromiso con la iglesia y el Señor. Debían ser personas en quienes se podía confiar tareas de suma responsabilidad.

III. La prueba del diaconado (v.10)
A. ‘Sean sometidos a prueba primero…’. Este requisito probablemente es muy similar al hecho de no ser un ‘neófito’ (recién convertido). El pasaje no parece sugerir que los diáconos deben tener primeramente un tiempo de prueba, pues dicha prueba es su misma vida, antes de su elección.
B. ‘…entonces ejerzan el diaconado…’. Solamente si habían mostrado que cumplían con los requisitos mencionados anteriormente, esto es antes de su elección, ellos podían ser llevados a la categoría de servidores. La palabra ‘entonces’ puede ser un condicional que no dejaba que las personas, que no cumplían con los requisitos, avancen hasta llegar inmerecidamente al ministerio diaconal.
C. ‘…si son irreprensibles’. Esto en si mismo puede ser tomado como un requisito adicional para el diaconado. Es lo mismo que se les pide a los ancianos (v.2) y denota la idea de no poder acusarles por ningún lado.

IV. El pago en el diaconado (v.13)
A. Es un pago a la excelencia (‘…los que ejerzan bien…’). Note que aquí el énfasis está puesto en el hacerlo bien, o como diríamos siguiendo el lenguaje actual, en la excelencia. En el servicio a Dios y a la iglesia, debemos de buscar la excelencia en lo que hacemos, nunca trabajando como para el ojo del hombre sino como para Dios (cf. Col.3:23-24) [3].
Buscar una retribución en el servicio ‘…no es de ningún modo pecaminoso, siempre que uno tenga planes de usar esta recompensa para la Gloria de Dios…’ (Hendriksen, p.154).
B. Lo que ganan:
(1) ‘un grado honroso’. El pago del servicio no es una retribución monetaria, como en el caso de los ancianos o pastores (cf.5.17-18)[4]. Aquí Pablo menciona la palabra ‘un grado honroso’ que denota un profundo respeto de parte de todos en la iglesia. No por no ser ancianos u obispos, debían ser tenidos en poca estima. Esto literalmente significa ganar un ‘peldaño’(como subir una grada de la escalera). Por eso algunos han interpretado esto como un paso previo para llegar al ancianato. Lo mas cerca es pensar que se trata de un respeto especial de parte de la iglesia.
(2) 'mucha confianza en la fe’. Esto sin duda es una retribución de tipo espiritual. El servicio a Dios y a su iglesia produce en la persona cierta madurez espiritual que lo lleva a confiar más en el evangelio.

V. Excurso[5] (vv.14-16)
Esta sección es una transición entre los tres primeros y los últimos tres capítulos, de esta carta. ‘Revelan el corazón mismo de la misión (v.15) y el mensaje (v.16) de la iglesia’ (Biblia de estudio MacArthur). El contenido parece salir del contexto de lo que se está hablando y de lo que se comenzará hablar después de él.
A. El motivo de la carta (v.15). Sin duda el motivo principal de la carta son las instrucciones dadas por el apóstol, para que Timoteo sepa como debe conducirse en la casa de Dios, que es la iglesia. Es decir, como debía de conducir la iglesia en Éfeso, en torno a la adoración, la elección de los oficiales y el problema de la falsa doctrina. Las epístolas pastorales tratan principalmente de instrucciones pastorales para Timoteo y Tito.
B. El misterio de la piedad (v.16). Esta sección es parte de un antiguo himno cristológico de la iglesia primitiva y habla acerca de la verdad del evangelio (misterio de la piedad o de la fe). La versión DHH traduce así esta sección:

Cristo se manifestó en su condición de hombre,
triunfó en su condición de espíritu
y fue visto por los ángeles.
Fue anunciado a las naciones,
creído en el mundo
y recibido en la gloria.

Conclusión
Sin duda el servicio es uno de los mayores privilegios en la vida cristiana. Pero, si el servicio no es un asunto ligero, los candidatos deberían de mostrar cualidades que estuvieran probadas en su vida misma. Por otro lado, los diáconos debían de ser reconocidos con respeto por su trabajo de excelencia al Señor, en medio de la iglesia.
A diferencia del obispado, el diaconado es algo a lo cual, tanto varones como mujeres, están invitados para servir al Señor. No debemos olvidar que el servicio es una experiencia que fortalece nuestra fe.

Notas Finales:

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[1] ‘Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no”, porque lo que es más de esto, de mal procede’ (Mt.5:37).
‘Sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo ni por la tierra ni por ningún otro juramento; sino que vuestro «sí» sea sí, y vuestro «no» sea no, para que no caigáis en condenación’ (Stgo.5:12).
[2] ‘Os recomiendo, además, a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea. 2Recibidla en el Señor, como es digno de los santos, y ayudadla en cualquier cosa en que necesite de vosotros, porque ella ha ayudado a muchos y a mí mismo’
[3] ‘Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís’
[4] ‘Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, 18pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla» y «Digno es el obrero de su salario»’
[5] Esta palabra proviene del latín excursus y significa: ‘Efecto de romper el hilo del discurso y de hablar en él de cosas que no tengan conexión o íntimo enlace con aquello de que se está tratando’ (Diccionario RAE).

Sermón 6 (Los requisitos para los obispos (pastores)

Pasaje: 1 Timoteo 3:1-7
Tema: Los requisitos para los obispos (pastores)


Introducción:
La mejor respuesta que Pablo pudo dar a las herejías en la iglesia de Éfeso, fue comisionar a Timoteo para que combata a los falsos maestros mediante dos cosas importantes: (1) la presentación de la sana doctrina, y (2) el establecimiento de un liderazgo capacitado [obispos y diáconos] que le ayudaran a sobrellevar los rigores de su tarea y del ministerio.
En esta oportunidad nos enfocaremos en el oficio de obispos (=pastores o ancianos)[1]: sus características y sus calificaciones exigidas.

I. El oficio del obispado (v.1)
A. Es bíblico.
La expresión ´Palabra fiel’ es muy propia de las Epístolas Pastorales (1Tim.1:15; 3:1; 4:8,9; 2Tim.2:11; Tit.3:8) y denota que lo que está escribiendo, es verdadero y no debe de haber dudas en torno a ello. Pablo está escribiendo bajo inspiración divina (2 Tim.3:16). En adelante, lo que él escribiera en esta carta, tendría que ser considerado como Palabra de Dios.
B. Es una buena obra. Pablo no se propone exaltar el esfuerzo de la persona que anhela el oficio, sino al oficio mismo. Es el oficio lo que es bueno (kalou ergou), puesto que el servicio a Dios es uno de los privilegios más enormes que todo creyente puede realizar en esta vida presente. Si lo anterior es cierto, no podemos concluir que no hay nada bueno en el hecho de resaltar al candidato al obispado. Ellos tendrían que haber sido valientes -puesto que sabían perfectamente de las persecuciones decretadas por Nerón- para atender a la invitación del Señor al servicio suyo.
C. Es anhelado como el producto del llamamiento divino. El hecho de que el candidato ‘anhele’ el obispado, no lo coloca a él como el centro del servicio a Dios. El deseo es la consecuencia del llamado de Dios al ministerio. Nadie anhela ser pastor, a menos que en la víspera, haya sido convocado por el Señor de la obra (cf.1:12b). Aquí Hendriksen (p.136) escribe lo siguiente, ‘El oficio debe buscar al hombre y no el hombre ir tras el oficio’. El hombre va tras el oficio, sólo cuando el oficio le ha encontrado (Dios llama primero, luego la llama se enciende).

II. Los requisitos para ser obispo (vv.2-7)
Si bien es cierto que el obispado es una buena obra, no todas las personas podían ocupar este lugar de liderazgo espiritual en la iglesia (cf. la expresión ‘Pero es necesario que...’). Recordemos que es una iglesia que se había contaminada con la presencia de falsos maestros. Los líderes de la iglesia debían de ser necesariamente diferentes a ellos, deberían de ser personas con cualidades morales, administrativas y espirituales, que preserven la buena marcha y la sana doctrina en la iglesia.


Estos son los requisitos exigidos por Pablo, para los candidatos al ministerio cristiano:

(1) ‘irreprochable’. Literalmente significa ‘no hay por donde agarrarle (o acusarle)’. El testimonio sin duda tenia que ser importante. Los obispos debían de ser la perspectiva bíblica del liderazgo en la iglesia, demás está decir que ellos debían ser lo opuesto positivo de los falsos maestros.
(2) ‘marido de una sola mujer’. Se han propuesto varias interpretaciones (Comentario de la RV95, edición de estudio) a este pasaje: (1) ‘no tener mas de una esposa’; (2) ‘no haberse casado por segunda vez’ y, (3) ‘ser fiel a su esposa’ (no ser un adúltero). De las tres, la que personalmente considero la más probable, es la tercera interpretación, aunque la mayoría va con la segunda, lo cual sería una contradicción a 1 Tim.4:3[2]. Lo que se quiere resaltar aquí es la moralidad del candidato y no su estado civil (Biblia de estudio MacArthur). Las segundas nupcias, en caso de viudez, de ninguna manera son inmorales.
(3) ‘sobrio’. Literalmente significa ‘sin vino’, de manera que su uso es metafórico. Da la idea de que el candidato debía de tener una mente despejada, estar alerta, vigilante y ser cuidadoso (Ibíd.).
(4) ‘prudente’. Se refiere a una persona que sabe controlar sus impulsos y que es disciplinada. Además de esto, posee una mente sana. En nuestra cultura podríamos decir que no es una persona ‘alocada’.
(5) ‘decoroso’. Literalmente quiere decir ‘ordenado’. El obispo necesita serlo, puesto que va a gobernar la iglesia de Dios y debe hacerlo con orden.
(6) ‘hospedador’. Esto significa ‘persona amiga de extranjeros’, en el sentido que comparte para sus necesidades (Hendriksen, p.142). Era una cualidad muy apreciada en la iglesia primitiva (cf.Ro.12:13; Heb.13:2; 1Pe. 4:9) y permitía que los predicadores itinerantes (que necesitaban del sostén de la iglesia) desarrollen la expansión del evangelio (Guthrie).
(7) ‘apto para enseñar’. Esta cualidad era determinante si se quería detener el avance de los falsos maestros y sus ‘doctrinas de demonios’. Ser apto para enseñar (didaktikós) presupone haber aprendido responsablemente la Palabra de Dios. Esta es una cualidad que se les exige sólo a los candidatos a ancianos. No hay la misma exigencia en el caso de diáconos.
(8) ‘no dado al vino’. Es decir, que no sea adicto al vino. Pablo quiere poner límites al uso y abuso de la bebida. No se opone a su consumo[3], sino que lo regula. La bebida esclaviza a la persona (cf. Tit.2:3)[4] y nubla su entendimiento. Eso no es lo que se espera de un obispo. ¿Se pueden imaginar a un pastor predicando en estado de ebriedad o intentando dar consejería después de una larga resaca?
(9) no ‘amigo de peleas’. Esto puede estar relacionado a lo anterior, el licor nubla el entendimiento y puede conducir a la agresividad. La palabra original en el griego, viene a significar ‘no un dador de golpes’. Los golpes no tienen que ser necesariamente físicos, puede ser en el sentido de tomar decisiones en contra de otra persona, en un acto de revanchismo.
(10) no ‘codicioso de ganancias deshonestas’. Lo que el apóstol está atacando son las ganancias ganadas de manera indecente, no está diciendo que el obispo no debe de ser remunerado, eso sería una contradicción a lo que más adelante sostendría en el cap.5:17-18[5].
No trabajar lo suficiente, ni cumplir con las funciones de pastor, y luego esperar un sueldo al fin de mes, es otra forma de ganarse deshonestamente el sueldo. Si por un lado se le pide a la congregación que remunere bien a su pastor, por otro lado, el apóstol le pide responsabilidad y trabajo denodado al pastor.
(11) ‘amable’. Es decir, todo lo contrario a ser amigo de peleas. El obispo debe ser un conciliador y mostrar amor por todas las personas por igual. Demás está decir que no debe de buscar el revanchismo ni la venganza, muchas veces los pastores prefieren ‘sufrir el agravio’ (1Cor.6.7b) antes que levantar desenvainar su espada contra el hermano agresor.
A mi entender, el amor, es la principal característica de un pastor. Nadie puede servir en el ministerio a menos que ame al Señor y su obra, tampoco nadie puede pastorear las ovejas del Buen Pastor, a menos que se tenga amor por esas ovejitas.
(12) ‘apacible’. Significa literalmente ‘abstenerse de pelear’. El obispo debe ser una persona que no promueva la desunión sino la armonía entre los creyentes. Una de las cosas que se tiene que hacer en el ministerio es ‘poner paños fríos a la situación’, sobretodo cuando esta ha aumentado su temperatura. En tales circunstancias el obispo cumple la función de pacificador.
(13) ‘no avaro’. Literalmente significa ‘no ser amigo de la plata’. El servicio a Dios no debe de estar motivado por el dinero. El pastor debe de esperar la gracia de Dios antes que el dinero, pues el dinero es ‘raíz de todos los males’ (6:10). En el pasaje citado, Pablo le advierte a Timoteo que algunos se han ‘extraviado de la fe’ y han sido ‘atormentados con muchos dolores’ por causa del amor desmedido al dinero. Esto es tal vez una alusión a los falsos maestros (ver además Tit.1:11) [6]. El amor al dinero es una las grandes tentaciones al que todo pastor está sometido en el desarrollo del ministerio cristiano. Judas mismo, estando en el ‘ministerio’, fue secuestrado por la avaricia y el amor desmedido al dinero (Jn.12:5-6)[7]. El avaro es una de las personas mencionadas -por el mismo apóstol Pablo- en 1 Cor.6:10, que no heredará el Reino de Dios.
(14) ‘que gobierne bien su casa’. La casa es la iglesia doméstica, es una especie de iglesia en miniatura. Entonces, quien da muestras de ni siquiera poder gobernar la iglesia pequeña, ¿cómo se le puede dar una responsabilidad mayor? Quien anhele el obispado, sin duda, tiene que dar muestras de que por lo menos tiene autoridad moral y organizacional en el hogar. Aquí Pablo se esfuerza por ampliar la idea y lo lleva al plano de los hijos. Si un candidato ni siquiera tiene autoridad moral y jerárquica sobre sus propios hijos, ¿qué se puede esperar de su relación con los creyentes de la iglesia local? Su autoridad proviene de la buena crianza que ha dado a sus hijos. Por eso, el Comentario Matthew Henry (‘1 Timoteo’, p.361) hace bien en anotar que: ‘la gente suele culpar a los padres del mal comportamiento de los hijos’.
El hogar sin duda constituye uno de los escenarios más complicados de todo pastor.
(15) no ‘un neófito’. Literalmente significa ‘recién plantado’ (en la vida cristiana). Es decir un recién convertido, porque no conoce a profundidad la ‘sana doctrina’, entonces ¿cómo podría confrontar a los falsos maestros, o distinguir su doctrina de la sana doctrina? El recibir un cargo de tanto honor y responsabilidad, podría tornarle orgulloso. Eso, no sólo produce graves daños para la iglesia local, sino también para la persona misma, puesto que podría caer ‘en la condenación del diablo’. Nadie puede pasar ‘de la banca al pulpito’ de manera acelerada, en el ministerio se tiene que esperar procesos.
(16) ‘que tenga buen testimonio de los de afuera’. El último de los requisitos reclamados por el apóstol tiene que ver con el testimonio público de los candidatos. Eso permite que se tenga un obispo de doble moral: una en la iglesia y otra en la comunidad. Además se espera que la iglesia sea la ‘conciencia moral de la sociedad’, ¿cómo podría serlo, si nadie respeta a sus líderes debido a su vida desordenada? No podrían influenciar positivamente en la sociedad, si ésta advierte que su discurso es diferente a su propia vida. Eso haría que el obispo caiga en descredito, y no solamente él, también arrastraría a toda la iglesia en general.


Conclusión: Sin duda el establecimiento de un liderazgo calificado, fue la mejor respuesta a los falsos maestros que intentaban pervertir la sana doctrina en la ciudad de Éfeso. Las vallas que el apóstol Pablo -por inspiración divina- estableció, fueron lo suficientemente altas como para que ninguno de esos falsos maestros se infiltraran entre los obispos de la iglesia. De esa manera se protegió al rebaño y se preservó la sana doctrina, cosas que ocupaban un lugar importante en la preocupación de Pablo


Notas finales:


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[1] El termino ‘ancianos’, está relacionado a la tradición judía; ‘obispo’ o supervisor, es de extracción griega.
[2] ‘Estos [los falsos maestros] prohibirán casarse…’
[3] Cf. 1Tim.5:23. ‘Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades’
[4] ‘Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte. Que no sean calumniadoras ni esclavas del vino…’
[5] ‘Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, 18pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla» y «Digno es el obrero de su salario»’. Una posible traducción para ‘doble honor’ es un ‘doble salario’.
[6] ‘A esos es preciso tapar la boca, porque trastornan casas enteras enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene’
[7] ‘¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres? Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella’

martes, 1 de julio de 2008

Sermón 5 (Las mujeres durante culto público)


Pasaje: 1 Timoteo 2:9-15
Tema: Las mujeres durante culto público

Introducción:
En esta sección, el apóstol quiere corregir algunas deficiencias entre las mujeres de Éfeso. Hay una censura contra el arreglo de las mujeres y el intento de querer dominar a sus maridos y a los obispos, mediante la enseñanza en la iglesia. Sin embargo, la crítica de Pablo no va dirigida solamente a las mujeres, hay que recordar que en el v.8, el apóstol también había lanzado una crítica fuerte contra la vida espiritual de los hombres. Frente al problema, el apóstol toma una decisión, argumenta esa decisión y propone un remedio para el mismo.

I. El problema (vv.9-12)
A. El arreglo de las mujeres.
Aunque nos parezca que el problema son la vestimenta y los peinados mismos, a lo que Pablo quiere apuntar, es a lo costoso de la vestimenta y de los peinados que exhibían las mujeres efesias durante el culto.
Tanto los vestidos y los peinados costosos generaban el siguiente problema (1) creaban una ‘competencia’ entre las mujeres ricas, por mostrar el vestido o el peinado mas costoso, lo que las volvía orgullosas. Era un orgullo que se solapaba bajo un rostro de aparente piedad [cf.10b, tal vez esa sea la razón por la cual Pablo les anima a evidenciar una verdadera piedad, no como la de los falsos maestros (ver 2Tim.3.5) [1]]; (2) esto también generaba un problema ético y moral. La opulencia y lo costoso de su arreglo personal, insultaba la pobreza extrema de las viudas que se mencionan en el capítulo 5. ¿Cómo era posible que hubiera mujeres que gastaran una fortuna en peinados, con arreglos de oro, mientras que otras no tenían ni para comer? Podríamos decir que tenían el derecho de gastar su plata como quisieran, pero no debemos de olvidar que en la vida cristiana, quienes más tienen, tienen también una responsabilidad hacia los más pobres (cf. Hch.4:34-35) [2]. No hacerlo nos convierte en insensibles y egoístas, y eso, es un pecado.
Es obvio que se trata también de modestia al momento elegir el tipo de ropa, el culto es un momento solemne y no debe de ser una pasarela de modelos desfilando con lo más ‘fashion’ de la época. Pero aquí el problema no son ni el vestido ni los peinados, sino las motivaciones y las secuelas de la opulencia, en medio de la iglesia.
Aplicación. ¿Qué impacto tendría hoy, si una creyente gasta 5000 dólares en un peinado, mientras que la iglesia ni siquiera tiene un terreno propio?, ¿No resultaría esto absurdo e insultante a la necesidad de la iglesia?
B. Las mujeres y la enseñanza.
Para entender este pasaje es muy importante recordar el daño que había producido la falsa enseñanza de los falsos maestros. Ahora, ¿que pasa si una mujer ha sido cautivada (cf. 2Tim.3:6-7) [3] por estos falsos maestros y está reproduciendo sus enseñanzas en los cultos? ¡Es obvio que se les pida que no enseñen! Personalmente pienso que el hecho de enseñar o no, no debe de recudirse al género (ser varón o mujer) sino a la capacidad de poder hacerlo bíblicamente. No era que en Éfeso podían enseñar los hombres, por ser hombres, y las mujeres no podían hacerlo, por ser mujeres. Los encargados de la enseñanza eran los obispos (=pastores-maestros, cf.5:17) [4], ¡no todos los varones! Por eso la insistencia de Pablo, de que el obispo debe ser ‘apto para enseñar’ (3:2f), no ‘un neófito (=un recién convertido, 3:6, DHH)’. Los que no cumplían estos dos requisitos (que son parte de otros tantos), simplemente no podían ascender al obispado, por lo tanto no estaban calificados para la enseñanza. Los falsos maestros también son prohibidos de enseñar por Pablo (cf.1:3)[5], el hecho de ser varones no les facultaba ni les aseguraba nada. La enseñanza es permitida pro Pablo, bajo dos circunstancias (1) que se haga por medio de la sana doctrina, y (2) bajo la supervisión de los obispos, pues ellos velarían por la sana doctrina.

II. La decisión o determinación (vv.10-12)
A. Ataviarse de buenas obras.
Frente al problema del arreglo personal costoso, Pablo llega a la siguiente determinación: que mejor se vistan de buenas obras. ¿Esto podría significar que debían de abstenerse de vestidos y peinados ostentosos, y gastar su dinero en alimentar a las viudas, por ejemplo, que no tenían para sobrevivir y que habían sido dejadas bajo la responsabilidad de la iglesia? Es muy probable que si, las mujeres ricas no podían llamarse verdaderamente cristianas si sus obras no lo eran. El pasaje del cap. 5:4,8[6]; nos sugiere que muchas personas habían abandonado, incluso, a sus madres o familiares viudas. Eso era una negación de lo que es ser un creyente (‘ha negado la fe…’).
Aplicación. ¡Las necesidades de nuestra comunidad de fe, está por encima de nuestros lujos, que sólo alimentan el orgullo y la vanidad!
B. ‘No permito a la mujer enseñar…’
Debido al problema de las falsas doctrinas, y como las mujeres podían haber estado colaborando inconscientemente con su difusión, Pablo llega a esta determinación. Esta muy claro que ni la mujer ni el varón pueden enseñar si no lo hacen con una sana conciencia, con sanas palabras y dentro de la sana doctrina.
Sin embargo, algunos han reducido todo el asunto a la discusión de género, como que si la enseñanza se tratara de un asunto de varones o mujeres, sin importar el contenido de lo que se enseña. Personalmente creo que eso proviene de una mala comprensión del texto bíblico. Otros han igualado el acto de enseñar (didaskalein) con el de predicar (kerusso), si fuese así, entonces tendríamos que decir que el mandato de la Gran Comisión, de Marcos 16:15[7], sólo fue dado para los varones y no a toda la iglesia.
C. No ejercer dominio sobre el hombre.
Al parecer la enseñanza femenina se estaba dando, pasando por alto la autoridad de Timoteo como pastor (cf. 4:12) [8]. Algunos autores piensan que se trataban de mujeres ricas que no querían sujetarse a la autoridad de los obispos. Si así fuese, era evidentemente una actitud que Pablo no podía tolerar, pues está en contra de la doctrina cristiana, que sostiene que los creyentes deben de obedecer a sus pastores y sujetarse a ellos (Heb.13:17). También debían de estar sujetas a sus maridos en lugar de estar prestando oídos a los falsos maestros. Es muy probable que los falsos maestros estuvieran enseñando contra el matrimonio e incitando a las mujeres a sublevarse (ver 1Tim. 4:3)[9]. En el hogar debían estar sujetas al esposo, y en la iglesia, al pastor.
D. Aprender en silencio.
Si la mujer va ir contra la doctrina y contra la autoridad del esposo y del pastor en la iglesia, mejor le conviene aprender en silencio, lo contrario va contra la doctrina cristiana.

III. La argumentación (vv.13-14)
Pablo no quiere ser ligero en su decisión, ahora va dedicar dos versículos para argumentar su decisión en torno a la sujeción:
A. Adán fue formado primero.
Debido a que Adam fue creado primero (Ver 1 Cor.11:8-9)[10], es lógico para Pablo, que el varón tome el lugar de cabeza del hogar. Ella debe de sujetarse a su marido porque eso fue lo que ella misma había provocado con su caída (cf.Gn.3:16b)[11].
B. Adán no fue engañado.
Es decir, Adam no fue engañado primero, pero lo fue al fin. La mujer ahora tiene que asumir su responsabilidad frente al pecado, ella prefirió obedecer a Satanás en vez de sujetarse y consultar con su esposo de lo que se le había propuesto. ¡Cuanto dolor de cabeza se hubiera ahorrado ella misma si le hubiera dado un lugar preferente a su esposo!
Aplicación. El pecado deja, sin duda, huellas perennes en el ser humano. El pecado de Eva la relegó a un estado de sujeción, en la que él se convertiría en su señor. Lo mismo sucedería con todas las ‘hijas de Eva’. Hendriksen (p.130) afirma acertadamente que, ´la mujer alcanza el estado de verdadera libertad y bendición no por la vía del ejercicio del dominio sobre los hombres, sino por la vía de la sumisión’.

IV. El remedio (v.15)
A. ‘Se salvará engendrando hijos…’
De ninguna manera Pablo está hablando en términos de recibir la vida eterna, puesto que se está refiriendo a mujeres creyentes (según el contexto). Ellas no necesitaban ser salvadas porque ya lo eran. En el pensamiento paulino, la salvación no se obtiene de ninguna manera por obras, menos por el alumbramiento de hijos. El frase está más próxima a ser interpretada en términos de seguridad física, puesto que soxein también significaba ‘mantener seguro’ en el sentido de seguridad física (W. Mounce, 2000, p.144). Sin embargo, no hay que olvidar que Pablo está haciendo una tipología/analogía entre Eva y las mujeres efesias. Salvarse teniendo hijos puede ser una alusión a la noticia que Dios le hace a Eva, de que de ella vendría el mesías (cf. Gn.3:15).
Ya en un sentido general, la mujer puede redimirse de la inferioridad frente al varón, mediante la crianza de los hijos y mediante su fe no fingida como ejemplo a los hijos (a Timoteo le llegó el evangelio por vía materna: primero Loida, luego Eunice. Cf.2Tim.1:5) pero si permanece en una actitud correcta.
B. Mantener una actitud correcta.
Hay cuatro cosas que se mencionan aquí y que tiene que ver con la salvación en términos espirituales y la redención de la mujer.

(1) permanecer en fe. Es decir mantenerse fiel hasta el final, como el apóstol mismo (ver 2Tim. 4:7)
(2) amor. Primero hacia Dios, luego al esposo y también a los hijos.
(3) santificación. El autor de Hebreos declara que sin la santidad nadie verá a Dios (Heb.12:14).
(4) todo lo anterior, debe hacerse con modestia. Si la opulencia y la no sumisión le habían causado problemas a la mujeres ahora tendrían que hacer las cosas diferentemente, es decir con modestia.

Conclusión:

Hermanos, no solamente las mujeres, sino todos los creyentes, estamos llamados a vivir una vida libre de excesos y lujos que ofenda la pobreza de los que menos tienen. También estamos llamados a ser fieles a la Palabra de Dios, a través de la enseñanza bíblica. Las mujeres no deben de pretender, tomar dominio sobre el varón, porque esto es contrario al decreto de Dios. Tampoco deben de desconocer la autoridad del pastor, porque ellos han sido puestos por el Señor y velan por las almas. Si la caída colocó a la mujer en una posición incómoda, tienen la oportunidad de reivindicarse, criando hijos en el temor del Señor, como Loida y Eunice.


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Notas finales

[1] ‘…tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita’
[2] ‘Así que no había entre ellos ningún necesitado; porque todos los que poseían heredades o casas, las vendían, y traían el precio de lo vendido, 35y lo ponían a los pies de los apóstoles; y se repartía a cada uno según su necesidad’.
[3] ‘…ellos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas pasiones. 7Estas siempre están aprendiendo, pero nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad’
[4] ‘Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar’
[5] ‘Como te rogué que te quedaras en Éfeso cuando fui a Macedonia, para que mandaras a algunos que no enseñen diferente doctrina’
[6] 4Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. 8porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
[7] ‘Y les dijo: —Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura’
[8] ‘No permitas que nadie te desprecie por ser joven…’ (BLS)
[9] ‘prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad’
[10] ‘pues el varón no procede de la mujer, sino la mujer del varón; 9y tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón’
[11] ‘…tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti’